el sur del sur / OPINIÓN

Los/Els Jóven(e)s del PP

25/11/2018 - 

Al Partido Popular se le escapan los jóvenes. Semana horribilis para José Císcar. Sucedió el martes: su hombre de confianza, Rafa Candela, el número tres del partido, anunció que lo dejaba todo: la política, la Diputación y el Ayuntamiento de Crevillent. Las razones ya fueron explicadas. Si el PP no fuera un partido de excesiva disciplina y mayor democracia interna, hoy, Rafa Candela (38 años) sería el alcalde de Crevillent. Este viernes, sucedió algo muy parecido con LuisMa Pizana (33 años), presidente de Nuevas Generaciones de la provincia de Alicante, concejal de Torrevieja y asesor de César Sánchez. Deja la política municipal, y posiblemente, los cargos públicos. Bien es verdad que en el caso de Pizana era algo meditado en el tiempo, que sus superiores más directos ya sabían y hecho con una intencionalidad -provocar la renovación interna del PP de Torrevieja-, pero quizás verbalizado en unas de las peores momentos de la cúpula del PP provincial de Alicante.

Ambos, tanto Candela como Pizana, eran políticos solventes, ágiles, con conocimiento de la administración y cintura política. Es decir, si ellos, a sus edad, han hecho la reflexión de que tendrán un futuro mejor fuera de la política y del PP, es que el PP está haciendo algo mal. La elección de algunos candidatos para las ciudades de más de 20.000 habitantes es una prueba de ello. A excepción de lo sucedido en Alcoy, con la incorporación de Enrique Ruiz, el cartel que presentará el PP -a falta de decidir lo de Orihuela o Santa Pola- parece una segunda oportunidad de perdedores. Ni siquiera se ha querido hacer una apuesta a largo tiempo con gente joven, que pudiera curtirse con los años o que al menos compitiera con frescura con Ciudadanos. 

Quizás el modelo de renovación deseada, o impulsada por la dirección, que ha sido el de Pablo Ruz en Elche -ahora también la de Alcoy-, no se ha intentado en otras plazas. Más bien, se ha optado por dejar el continuismo -poco ilusionante en la mayoría de las plazas, con una sucesión de sillas-. No se ha intentado nada nuevo. O cuando se ha intentado, se ha hecho partiendo a la agrupación en dos como ha sucedido en San Vicente del Raspeig.

Se podía haber optado por la renovación experimentada, con gente de segunda fila -que no el segundo de la lista- que aportara otros bríos y al mismo tiempo tablas para pactar con Ciudadanos o quien se presente, porque asumido está que será necesario. Por eso algunos de los elegidos lastran, porque son conocidos y pueden generar el efecto contrario: lograr que Cs acabe en los brazos del PSOE.

Tampoco significa que todo está perdido. La política es tan cambiante que la suma de PP y Ciudadanos pueden dar algunas alegrías, pero sí que es verdad que la música no suena bien cuando los jóvenes, dos perfiles preparados, dejan esto en búsqueda de nuevos horizontes. Lo que han hecho Candela y Pizana sería la normal, pero se han convertido en lo excepcional: la política es una etapa de la vida, pero el bipartidismo nos ha acostumbrado a todo lo contrario

En San Vicente del Raspeig, hay unos chicos, que se llaman Els Jóvens, que han logrado el éxito con la fórmula que quizás justamente ahora necesita el PP: hacer de lo viejo y tradicional algo nuevo. Pues ahí les dejo la recomendación. Ellos lo han conseguido, y tenían casi todos los estigmas en contra. 





P.D. La semana pasada, hablé de la querella del PP contra la antigua cúpula del PSPV de Elche y su supuesto trato de favor a la empresa del hospital privado del Parque Empresarial. Aquello se hizo público el día que declaraba Álvaro Pérez El Bigotes con el objetivo de tapar otras vergüenzas, que también. Ahora, hay otra teoría: si aquello se hizo por si Alejandro Soler, secretario general de la agrupación locaL, era o hubiera sido el candidato a la Alcaldía de Elche, como se especuló a principios de año. 

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