el resultado de explotación de 2019 empeora en 12 millones

Levantina se afana en volver a 'números negros' en 2020 para despejar las dudas de Bybrook

18/02/2020 - 

ALICANTE. El gigante alicantino de la piedra natural, Grupo Levantina, se ha marcado el ejercicio 2020 como punto de inflexión. La máxima prioridad de la empresa es devolver la cuenta de explotación a 'números negros', aún asumiendo que el resultado financiero seguirá lastrando las cuentas durante varios años, para despejar las dudas del fondo de inversión británico Bybrook sobre la continuidad del negocio.

Así lo ha trasladado la dirección de la empresa a los sindicatos en la primera reunión para abordar el nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que plantea la firma, tal como desveló Alicante Plaza hace dos semanas, y que iría encaminado a corregir la cuenta de explotación. Como ha contado este diario, la firma de piedra natural plantea ahora otras 54 salidas que se sumarían a las 230 de la pasada primavera, con el objetivo de reducir el gasto en personal y adaptar la estructura al nuevo plan de negocio, con la reducción de la producción como guía.

Según los datos analizados en la reunión de este lunes, el resultado de explotación de la firma con sede en Novelda volvió a ser negativo en 2019, lo que significa que la actividad de la empresa genera más gastos que ingresos. Concretamente, la cuenta de explotación empeoró en 12 millones de euros el último ejercicio, según estos datos, y cabe tener en cuenta que en 2018 el resultado de explotación de Levantina ya arrojaba unos 'números rojos' de 12 millones. A falta de que se formulen las cuentas del último ejercicio, las pérdidas que ocasiona a la empresa simplemente llevar a cabo su actividad se habrían ido a 24 millones.

Asimismo, las ventas de producto de la empresa (que comercializa tanto los bloques de Crema Marfil en bruto para otras compañías como también el producto terminado) habrían caído otros 36 millones el último año, según los datos ofrecidos a los sindicatos. En este sentido, en 2018 la facturación de Levantina fue de 155,7 millones, muy lejos de los 400 millones que facturaba en 2007 o incluso de los 218 millones que ingresaba en 2015, al inicio de la recuperación del ciclo inmobiliario. El plan sigue siendo el mismo que tras el ERE de 2019: reducir aún más la producción para que la escasez de producto eleve los precios.

En este contexto, a Levantina le urge ofrecer una cuenta de explotación positiva que aleje las dudas que habría empezado a mostrar Bybrook tras hacerse con la empresa y su deuda en 2018. La última refinanciación vence en 2024, y si para entonces los malos números de la empresa no obedecen solo a la cuestión financiera, sino a una cuenta de explotación en rojo, la incertidumbre sobre el futuro de la empresa sería ya importante.

Prejubilaciones y reorganización de turnos

De ahí que, dentro de los planes de la empresa para mejorar dicha cuenta, y junto a distintas acciones comerciales para mejorar las ventas, se encuentren las 54 extinciones de contrato que se plantean ahora. Unas 31 serían entre el personal de administración y servicios, y el resto en plantas de producción. En esta primera toma de contacto aún no se ha entrado a negociar las condiciones económicas de dichas salidas, aunque sí se ha abordado la posibilidad de llevar a cabo prejubilaciones y se ha puesto sobre la mesa la oferta de una agencia de recolocación. Según las fuentes consultadas, hay 81 personas en administración, incluidos los directivos de la empresa, y ninguno está excluido.

En cuanto al post ERE, Levantina plantea una reorganización que suprimiría el tercer turno en algunas secciones, y cambiar los procesos administrativos para agilizar el trabajo que realiza este departamento, ya que se va a ver reducido en un 40%, según sus planteamientos. 

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