NOVELDA. El 'gigante' de la piedra natural alicantino, Grupo Levantina, acaba de llegar a un acuerdo para un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que hará menguar la talla de su plantilla de forma notable en la provincia de Alicante. Los motivos que esgrimía la empresa para plantear los despidos eran que seguían en pérdidas continuadas, querían reducir producción para dar prioridad a la extracción de piedra de mayor calidad y también existe un problema de stock con algunos materiales. Con esa situación, desde el grupo planteaban un plan para tratar de salvar el bache. Ahora, se conocen las cuentas del grupo marmolero correspondientes a 2023, el último ejercicio completo, en el que reflejan algunas de las circunstancias previas al desenlace de despidos masivos.
Tal y como refleja la memoria consolidada de la mercantil Levantina y Asociados de Minerales S.A.U., matriz del grupo, el conglomerado ha visto reducida su facturación en un 11,5% durante el ejercicio de 2023, sumando 115,1 millones de euros en ese año frente a los 141,4 millones de 2022. Desde Levantina apuntan a que este hecho se debe a la salida del "perímetro de consolidación" de las cuentas de la empresa Levantina Techlam en julio de 2023. Esta mercantil sí que aumenta un 5% su facturación con respecto a 2022. Además, el resultado de explotación del grupo se sitúa en pérdidas de 10,2 millones de euros -fueron 8,6 millones en 2022- y el resultado neto se queda en pérdidas de 4,2 millones -fueron 15,9 en 2022-. A final de 2023 el grupo contaba con un capital circulante de 37,5 millones -eran 8,3 millones en 2022-31 de diciembre de 2023, el Grupo presenta un capital circulante neto de 37.516 miles de euros (8.315 miles de euros a 31 de diciembre de 2022).
Cabe recordar que desde Grupo Levantina llevaban acciones para culminar un plan de eficiencia que daba sus primeros pasos en 2019. En 2022, la empresa con sede en Novelda mejoraba la situación en cuanto a facturación y también rebaja de pérdidas. Además de estos datos, ya en 2023 se daba una nueva operación de refinanciación de deuda. Levantina y el grupo daban forma a la negociación de una operación de reestructuración de deuda con el fondo Bybrook y otros inversores para la renovación del crédito. Entre las opciones sobre la mesa, nuevos contratos y tramos hasta 2029. Entonces, las expectativas de la administración de cara a las cuentas de 2023 eran positivas, "impulsadas principalmente por la implementación de determinadas medidas de mejora de rentabilidad" tal y como destacan en su informe de gestión.
En enero de 2023, la matriz del grupo y Levantina Techlam solicitaron a Bybrook una nueva financiación interina para la tesorería del grupo, para financiar el pago de las instalaciones de Levantina en Nules y, también, para abonar costes de la adquisición de activos y la inversión en el mismo municipio de Castellón. El objetivo era el de impulsar el proyecto Techlam y asegurar la continuidad de la actividad empresarial en medio de negociaciones de la nueva refinanciación. Así, llegaron a un acuerdo y también firmaron un plan de reestructuración homologado en los juzgados en julio de 2023.
Como ya contaba Plaza, que a finales de 2022 Levantina desembarcaba en la provincia de Castellón. Lo hacía a través de Techlam, su división de producto porcelánico. El plan se materializaba con la compra de la unidad productiva de Keros Cerámica en Nules, con lo que Levantina sumaba ese año una nueva factoría de gres porcelánico de gran formato a la que abrió en 2007 en Novelda.
Esa reestructuración pasaba, según el acuerdo, por cambios societarios y operativos del grupo creando dos perímetros independientes. El plan también consideraba certificar la garantía de la sostenibilidad de la deuda. En el acuerdo figuraban contratos de financiación con nuevos tramos. Uno de ellos para el plan de Techlam por 20 millones y otro de 15 millones sujeto al contrato firmado, que establece un nuevo vencimiento en 2029.
Ya en febrero de 2024 la administración del grupo aprobaba el presupuesto para presupuesto para este año "para la realización de las proyecciones financieras de la sociedad dominante en las que se sustenta el test de deterioro de activos". A principios de año, antes de plantear el ERE, el grupo marmolero vislumbraba ciertos riesgos para su negocio. Algunas de las líneas de preocupación para el grupo eran, en particular, los riesgos del mercado inmobiliario, crédito, tipo de cambio, liquidez y el flujo de caja.
Hace más de un mes, el grupo decidió llevar la empresa a un nuevo ERE. A finales de octubre de este año se llegaba a un acuerdo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que tramita la compañía Levantina, con sede en Novelda. Finalmente, el expediente se rebajaba a 141 personas frente a los más de 200 que se plantearon en un principio, cuando comenzó el trámite del ERE. La plantilla de la empresa marmolera ha validado un acuerdo que supone la salida de 63 operarios de la cantera (Monte Coto), ubicada en El Pinós y 123 de la factoría de Novelda. En total, son 154 menos de los inicialmente planteados, como ha venido contando este medio.