Miguel Ángel Durá, fundador de Lazarus ManagementALICANTE. Las consecuencias de la pandemia se notan también en el sector de la consultoría y la abogacía de negocios, aunque en este caso, en sentido positivo: la actividad del sector ha crecido exponencialmente a medida que han ido pasando los meses desde que el coronavirus estalló en España el pasado marzo. Un buen ejemplo es la consultora alicantina Lazarus Management, especializada en reflotar empresas con problemas, que ha experimentado un crecimiento del 46% en su actividad desde el inicio de la pandemia.
Tal como publicó Alicante Plaza, los concursos de acreedores se han triplicado en la provincia desde el pasado mes de junio, con una declaración cada dos días, y la tendencia desde entonces no ha hecho más que ir al alza. Este aumento en el número de concursos de acreedores ha propiciado que sectores como el de la abogacía y la consultoría empresarial especializada crezcan a cifras de dos dígitos.
La firma alicantina Lazarus Management es un claro ejemplo de ello. Creada hace un par de años por el directivo y empresario Miguel Ángel Durá, con oficinas en Alicante y Madrid, Lazarus ha incrementado su actividad un 46% desde el inicio de la pandemia. "Los inicios de Lazarus fueron duros, pues a los CEO y empresarios nos cuesta mucho reconocer cuando nuestra empresa tiene problemas y más aún, pedir ayuda. La crisis provocada por el coronavirus ha propiciado que muchas empresas se decidan a buscar asesoramiento profesional", comenta Durá.
Previsiblemente, según las previsiones de los expertos, este año los concursos de acreedores podrían aumentar hasta un 200% a causa de la crisis. "Si bien los planes de contingencia y viabilidad económica marcaron la primera ola, con la llegada de esta segunda ola en la que estamos inmersos y de cara a fin de año, serán los concursos de acreedores los que marquen la tónica", asegura el CEO de Lazarus.
"Bien por intentar seguir adelante tapando un agujero generado por dinero con más dinero, por el miedo al que dirán, etcétera, se está favoreciendo la demora en la toma de decisiones. Recordemos que el 90% de los concursos de acreedores acaban en liquidación y cierre debido, principalmente, a que se presentan tarde y cuando el volumen de deuda ya es demasiado elevado. Hemos estigmatizado y convertido una herramienta que nos puede ayudar a reflotar la empresa en un arma para ejecutarla”, apunta Durá.
"No obstante, desde Lazarus luchamos en el día a día junto a nuestros clientes con el objetivo de salvar la empresa minimizando los daños colaterales que puedan producirse para todos los actores implicados en el proceso, desde los trabajadores hasta el propio empresario. Tomar medidas objetivamente y tomarlas a tiempo, es y será fundamental para garantizar la continuidad y el futuro del negocio".
