ALICANTE. El presupuesto impulsado por el bipartito de Alicante (PP y Cs) queda ya en manos de los cuatro grupos políticos que ejercen funciones de oposición: PSPV-PSOE, Unides Podem, Compromís y Vox. Y, hasta el momento, los cuatro siguen sin dar signos de que vayan a respaldar una propuesta que consideran de trámite, sin capacidad de definir el futuro de la ciudad y que solo se centra en cuestiones de mantenimiento de la escena urbana.
De hecho, al margen de la desconfianza en las promesas del PP y la protesta por la falta de negociación ya expresada por los tres grupos de corte progresista, lo cierto es que todos ellos siguen inmersos en la revisión del documento con el propósito de presentar una exhaustiva batería de enmiendas. Incluido Vox. El plazo para registrarlas termina el próximo martes, aunque podrían comenzar a negociarse desde este mismo jueves, cuando el alcalde, Luis Barcala (PP) prevé mantener una primera ronda de entrevistas con los portavoces de PSPV-PSOE y Unides Podem, Paco Sanguino y Xavi López. El viernes será el turno de las citas con sus homólogos de Compromís y Vox, Natxo Bellido y Mario Ortolá.
Por lo pronto, fuentes consultadas por Alicante Plaza en el seno de las cuatro formaciones apuntaron que la planificación económica elaborada por PP y Cs no prevé partidas que podrían resultar determinantes para que pudiesen votar a favor, o las incluye pero con una consignación que consideran completamente insuficiente.
Entre ellas, las mismas fuentes apuntaron que no se incluyen fondos encaminados a proteger, restaurar o poner en valor el patrimonio cultural de la ciudad; que se da cabida a una única partida de 30.000 euros para el área LGTBI; que no se incluye la ejecución de ningún proyecto que permita definir "un modelo de ciudad", al margen de los 400.000 euros para trabajos de redacción de un futuro Palacio de Congresos; o que se dote solo con esa misma suma la elaboración del nuevo Plan General, cuando se trata de un proyecto mucho más complejo.
Los 15 votos de la oposición podrían tumbar la planificación de PP y Cs o aprobar una propuesta alternativa que por ahora nadie confirma
A ello se añade, además, otras circunstancias como las dudas sobre la ejecución de las ayudas para el pago del IBI para familias desfavorecidas ya previstas en el presupuesto de 2019 con una bolsa de 400.000 euros a petición de Cs y de Compromís, o del cheque infantil que debía facilitar el acceso a las guarderías, por ejemplo.
De ahí que los cuatro grupos estén formulando una lluvia de propuestas de modificación para tratar de incorporar esas iniciativas o de aumentar su dotación entre los presupuestos asignados a cada órgano gestor: el único margen de maniobra que está a su alcance, después de que la propuesta quedase aprobada en Junta de Gobierno, este lunes. Así, la posición definitiva de los cuatro grupos queda supeditada a la posible admisión de esas enmiendas.
Por el momento, hasta Vox mantiene su pretensión de votar en contra, lo que impediría que el presupuesto prosperase. PP y Cs necesitan al menos la abstención de un grupo opositor, ya que juntos suman 14 concejales en una corporación de 29 ediles. Un hipotético bloque de PSPV-PSOE, Unides Podem, Compromís y Vox podría tumbar la propuesta del bipartito, con 15 votos. E incluso podría secundar un proyecto económico alternativo. Sin embargo, hasta el momento ninguno de esos cuatro partidos ha confirmado que vaya a hacerlo, pese al anuncio que sí llegó a formular el PSPV-PSOE.