ALICANTE. La viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, Carmen Martínez, creó una nueva empresa junto con su hijo tres meses antes de que fuera asesinada de dos disparos en el aparcamiento de uno de los concesionarios de la familia. Según consta en el Registro Mercantil, Carmen Martínez y Vicente Sala Martínez dieron de alta la firma Marlo Capital S.L. el 9 de septiembre de 2016, tres meses antes de que alguien acabase con la vida de la matriarca de la familia Sala Martínez.
Marlo Capital S.L. se fundó con 3.000 euros de capital social y con Mari Carmen Martínez López como administradora única. De hecho, está domiciliada en la vivienda de la familia. Dos meses después, el 2 de noviembre, la matriarca de los Sala Martínez nombró a su hijo varón como único apoderado de la mercantil, lo que permite a Vicente Sala Martínez un amplio margen de maniobra para dirigir el día a día de la firma de manera autónoma. La idea de madre e hijo, al parecer, era que Marlo Capital funcionase como empresa 'holding' para dirigir otras sociedades del imperio empresarial familiar.
Así lo indica el paso que acaba de dar el hijo de Vicente Sala, al designar a Marlo Capital como administrador único de la Compañía Española de Resinas S.L., la empresa originaria de la familia, al frente de la cual estaba aún Carmen Martínez el día de su asesinato. Hace unos días, el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publicó el cese de la matriarca de la familia como administradora única, y ahora se recoge el nombramiento como administrador de Marlo Capital, que a su vez estaba dirigida también por la viuda. Su primogénito figura como apoderado en ambas.
La Compañía Española de Resinas es, en realidad, una firma dedicada a la gestión del patrimonio inmobiliario de la familia, ya que la actividad industrial se segregó en la firma SM Resinas, dirigida a su vez por Samar Internacional, la actual sociedad dominante del grupo (y presidida por Vicente Sala hijo). La sociedad que ahora dirigirá Marlo Capital presenta activos por valor de 77 millones de euros, de los que unos 50 millones son terrenos y el resto inmuebles.
En cuanto a Marlo Capital, su objeto social es precisamente la "gestión, dirección y administración de empresas o grupos de empresas, que ejerzan su actividad económica en los sectores del plástico y/o inmobiliario". O lo que es lo mismo, las actividades a las que se dedicaban la mayoría de las mercantiles del entramado empsarial familiar. Asimismo, también declara como objeto social "la promoción, construcción, urbanización, compraventa, arrendamiento y cualquier otro negocio jurídico o actividad propia del tráfico inmobiliario".
Carmen Martínez y su hijo fundaron Marlo Capital S.L. en la misma época en que dos hermanas del clan Sala Martínez tomaron el control, siquiera de forma momentánea, de las principales empresas del grupo. Como contó en su momento Alicante Plaza, Vicente Sala Martínez abandonó el cargo de presidente del consejo de administración de Samar Internacional (la cabecera de la rama industrial del grupo) y la de la Compañía Española de Resinas (la que gestiona el patrimonio inmobiliario) en septiembre, justo después de crear Marlo Capital. En el primer caso, en favor de María del Mar Sala Martínez, y en el segundo, de María Antonia Sala Martínez.
El consejo de administración de las dos sociedades estaba formado por la viuda y los cuatro hijos, pero tras la salida de Vicente Sala Martínez se cambió al sistema de administrador único, y la matriarca (con capacidad legal para vetar cualquier acuerdo del consejo) volvió a situar a su hijo varón al frente de Samar Internacional, mientras se colocaba ella misma como administradora única en la Compañía Española de Resinas.
Las discrepancias en la gestión del imperio empresarial de los Sala Martínez, que el año pasado facturó más de 250 millones de euros y arrojó 8,1 millones de beneficios, han estado presentes desde el primer momento en la investigación policial sobre el asesinato. Todos estos movimientos empresariales de ida y vuelta, con dos bloques bien diferenciados (madre e hijo por un lado, y el resto de sus hermanas por el otro) se produjeron apenas tres meses antes de la muerte de la matriarca. No obstante, también se investiga si el asesinato por encargo está relacionado con los negocios de Samar Internacional en Sudamérica.
Los Sala Martínez se han personado como acusación particular en la causa por el asesinato de su madre, cuyo juez instructor ha prorrogado el secreto de sumario. De momento no se han producido detenciones.