La 'vía exprés' del bipartito de Alicante para aprobar el presupuesto de 2022: ¿aplazar las inversiones?

ALICANTE. No es una mera pose. Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) están decididos a evitar que el presupuesto del Ayuntamiento de Alicante para 2022 vuelva a retrasarse hasta la próxima primavera, como ha venido sucediendo en sus dos primeros años de mandato en común (y también, durante los dos últimos años de la experiencia del tripartito precedente). De hecho, ya se sopesa aplicar un planteamiento pragmático para evitar esas demoras: trazar una propuesta de planificación económica que se centre en actualizar los capítulos de gasto corriente y el apartado de las subvenciones con el fin de que la negociación política sobre las inversiones (el aspecto que suele entrañar mayor controversia) no retrase su entrada en vigor.

Así, según fuentes consultadas, en el momento de partida se baraja incluir solo la consignación económica necesaria para poder afrontar los proyectos de ejecución plurianual que ya quedaron esbozados en los presupuestos de 2021 y sus modificaciones posteriores. Es decir, iniciativas como el proyecto de peatonalización del Centro, por ejemplo. El resto de actuaciones que no se consideren estratégicas o estrictamente prioritarias quedaría demorada a la incorporación del remanente (los ahorros generados al no agotarse el presupuesto de 2021), mediante una primera modificación de crédito que se abordaría de manera inmediata. Sería en ese punto en el que se aspiraría a poder alcanzar acuerdos con los grupos opositores, ya después de que el presupuesto haya entrado en vigor. Se trataría de aplazar ese debate sobre las posibles obras municipales a ejecutar el próximo año, máxime si se tiene en cuenta que parte de esas posibles inversiones pueden quedar cubiertas con los fondos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea.

Con esa fórmula, como mínimo, se conseguiría que pudiesen aplicarse los gastos asociados a la ejecución de contratas municipales (gastos corrientes) o que se pudiesen activar nuevas posibles convocatorias de ayudas con el propósito de atender las necesidades de los sectores productivos de la ciudad para paliar el impacto de la crisis del coronavirus y fomentar la recuperación económica. En esta línea, ya se ha facilitado el reparto de 11,1 millones a través de las Ayudas Paréntesis del Plan Resistir (con aportaciones de la Generalitat, de la Diputación y del propio Ayuntamiento), además de otras convocatorias municipales por importe de cerca de 7 millones más, entre las que se pusieron en marcha en 2020 y las que se acaban de lanzar ahora para las empresas ligadas al ocio nocturno y al sector de las fiestas tradicionales. A priori, se espera que puedan abordarse nuevas convocatorias adicionales, como las anticipadas por la edil de Turismo, Mari Carmen Sánchez (Cs), en desarrollo de una nueva fase del plan ReActiva. 

¿En qué estado se encuentra por el momento la planificación del presupuesto? Según fuentes consultadas, ya se contaría con una primera propuesta de borrador, después de recopilar todas las peticiones formuladas por el conjunto de las áreas municipales por un importe que -como suele ser habitual- supera las posibilidades económicas del ayuntamiento. Así, los dos partidos aliados al frente de la gestión municipal deben cribar ahora cuáles de esas peticiones tienen prioridad para que queden reflejadas en el documento de partida, mientras que el resto quedarían aplazadas a la negociación posterior, en cuanto se pueda disponer del remanente. A priori, no se espera que puedan producirse fricciones internas, toda vez que PP y Cs ya acumulan dos años de trayectoria conjunta y se habrían sentado las bases para poder cuadrar las cifras sin estridencias ni tensiones. 

Eso sí, cada una de las dos formaciones está dispuesta a defender sus propias parcelas en la confección de unas cuentas en las que se pueden incluir proyectos a ejecutar antes de que se celebren las próximas elecciones municipales de 2023. Así, se espera que Cs defienda iniciativas como la redacción de proyectos para el nuevo complejo deportivo del PAU 5, para ejecutar la reforma pendiente del Teatro Principal o para llevar a cabo proyectos de renovación urbanística como la prevista en el frente marítimo, con un paseo litoral de 21 kilómetros de longitud. El PP, por su parte, defenderá el desarrollo de proyectos asociados a la estrategia Alicante Futura, como la ampliación del vivero de empresas Príncipe Felipe, por ejemplo.

Por lo pronto, los dos partidos ya habrían conseguido despejar uno de los primeros inconvenientes en el proceso de aprobación de las cuentas: la amenaza de plante de Vox. Como informó Alicante Plaza, su portavoz municipal, Mario Ortolá, dio por superado su bloqueo a las conversaciones sobre el presupuesto al considerar que PP y Cs se habrían retractado después de haber secundado una declaración institucional en el pleno de julio en la que, según el propio Ortolá, se vinculaba las posiciones de Vox con el aliento a la violencia. Y el respaldo de Vox puede volver a ser clave una vez más para que las cuentas acaben aprobándose en el pleno.