proceso a cerrar antes de mayo como paso previo a las primarias

La renovación de liderazgos en el PSOE: Millana, dispuesto a revalidar la secretaría en Alicante

26/03/2022 - 

ALICANTE. El PSPV-PSOE afronta este sábado una nueva cita en su proceso de renovación de liderazgos orgánicos con la celebración de varias de sus asambleas comarcales: las de Vega Baja, Baix Vinalopó, Marina Alta, l'Alcoià i l'Alacantí (el domingo será el turno del Alto y Medio Vinalopó). En todas ellas ya se ha despejado la incógnita de quién ocupará la secretaría general comarcal, con un predominio de la continuidad, después de que solo se presentasen dos candidaturas distintas en las circunscripciones de la Vega Baja y del Alto Vinalopó. 

Continuidad será la que se constatará en l'Alacantí, donde Baltasar Ortiz revalidará el cargo con José Luis Tafalla como secretario de Organización, después de que se haya alcanzado un acuerdo por la integración entre todas las sensibilidades del partido en el reparto del resto de secretarías y en los representantes comarcales en todos los comités. Así, se augura que el sector vinculado al exsenador Ángel Franco, posicionado hasta ahora junto a la dirección autonómica del partido, mantenga en torno al 60% de los puestos, mientras que la militancia agrupada en torno al nuevo secretario provincial, Alejandro Soler, ocuparía el 40% restante.

Con ese proceso resuelto, se abrirá el plazo para la presentación de candidaturas para renovar las ejecutivas de las agrupaciones locales. De acuerdo con el calendario establecido hasta ahora, ese proceso debe concluir en torno al 30 de abril. Así, a un mes vista, comienzan a sucederse los movimientos. Tanto que el actual secretario general en la agrupación de Alicante, Miguel Millana, ya ha mostrado su disposición a repetir tras sus primeros cuatro años al frente de la ejecutiva de la capital. 

El propio Millana (además de secretario general, concejal en Alicante y diputado provincial) aseguró, a consulta de Alicante Plaza, que estaría en condiciones de presentar "un buen balance de gestión" ante la asamblea "en la medida en que se ha reactivado la vida de la agrupación y se han armonizado las listas en todos los procesos congresuales con la integración de todas las sensibilidades". Así, confió en poder mantener la confianza de la mayoría de la militancia para revalidar sus responsabilidades, sin que hasta el momento haya trascendido la posibilidad de que se registre una hipotética candidatura alternativa. En el proceso de 2018, hubo votación entre Millana y José Miguel González Moreno, como candidato en representación de la entonces denominada corriente sanchista. Y, a la postre, Millana acabó elegido -cogiendo el testigo al exalcalde Gabriel Echávarri- por 334 votos frente a los 84 de González Moreno.

En principio, todo parece indicar que el sector alineado en torno a Millana y Franco podrían mantener esa mayoría, con entre un 60 y un 70% de los apoyos. No obstante, no se descarta que pueda plantearse una segunda candidatura auspiciada por la facción alineada junto a Soler o, sencillamente, distanciada de la ejecutiva actual.

Sea como fuere, esa primera cita puede ser un primer test para evaluar opciones y medir fuerzas ante el proceso de elección del próximo candidato del partido a la Alcaldía. En función de lo previsto en los estatutos del partido, ese proceso, previsto para noviembre, conlleva la convocatoria de elecciones primarias, abiertas a la presentación de cualquier militante o simpatizante que reúna los avales necesarios. Y, como es lógico, nadie se ha postulado abiertamente para presentarse a la votación, a siete meses de que se convoque.

A priori, el objetivo sería evitar que pueda producirse un proceso tan convulso como el registrado para elegir al alcaldable de 2019, con un primer proceso de primarias que tuvo que suspenderse tras la disputa suscitada entre los aspirantes (al menos, esa fue la explicación oficial), hasta que se acabó convocando una segunda elección, en la que Paco Sanguino ya partió como candidato ungido por la dirección autonómica, como gesto de apertura del partido a la sociedad (entonces aún no era afiliado), frente a las aspiraciones de la entonces portavoz municipal Eva Montesinos y del sanchista José Asensi. Así, en una votación celebrada a finales de febrero (a tres meses de los comicios), Sanguino acabó imponiéndose a sus contrincantes, con el soporte de la mayoría de la agrupación, organizada en torno a la ejecutiva de Millana, después de haber promocionado a otro aspirante previo durante la primera convocatoria: el jefe del servicio de prevención de riesgos laborales de Ayuntamiento de Alicante, Andrés García Trillo.

El desarrollo de la asamblea local para elegir a la nueva ejecutiva puede ser un primer test sobre el proceso de primarias del que saldrá el próximo alcaldable

Por el momento, nadie puede asegurar que Sanguino vaya a presentarse con la intención de repetir candidatura. En todo caso, solo lo haría si se cumpliesen determinadas condiciones, como la posibilidad de confeccionar su propio equipo, después de tres años en los que ha tenido que lidiar entre diferencias con la ejecutiva local sobre el rumbo que debía tomar el grupo municipal en su labor de oposición al bipartito que preside Luis Barcala (PP). Esas diferencias se han sustanciado en una nueva fractura interna, como las registradas en mandatos precedentes, aunque sin visos de que esta vez vaya a producirse un intento de relevo de Sanguino como portavoz, que pudiese estar alentado desde la dirección local.

A cerca de un año de las municipales, sí se ha especulado con algunos perfiles que podrían llegar a tener opciones de convertirse en cabeza de cartel en mayo del próximo año. Entre ellos, el de la directora general de Análisis y Políticas Públicas, Ana Berenguer, lanzada desde determinadas instancias del Palau de la Generalitat, o el de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, que llegaría avalada por el plus de reconocimiento entre la ciudadanía que supone haber asumido la gestión de la crisis sanitaria del coronavirus. Con todo, ambas tendrían la dificultad de no contar con demasiado predicamento en la agrupación local. Ni tampoco en la ciudad. A todo ello, se añadiría las dudas sobre el papel que podría ejercer el sector vinculado al nuevo secretario general provincial. Y, por último, la necesidad de que los aspirantes puedan contar con el aval de la dirección nacional y regional del partido al tratarse de la candidatura a la Alcaldía de una capital de provincia.

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