Vacunación a docentes de la provincia de Alicante, este viernes. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Las cifras de la pandemia en Alicante durante los últimos ocho días (dado que el viernes pasado, festivo, no se actualizaron algunas de las variables a efectos de este análisis semanal que publica Alicante Plaza desde que comenzó 2021) mantienen a la provincia en el valle tras la tercera ola, con una excepción: el número de muertes se ha incrementado respecto a la semana anterior, mientras bajan los contagios, la incidencia y la presión asistencial. La situación, con todo, es de las más favorables de toda España (desde luego, lo es en la Comunitat Valenciana) a las puertas de una Semana Santa en la que se espera la llegada de turistas extranjeros y nacionales pese a las restricciones.
Desde el último balance semanal publicado por este diario, que reflejaba una caída del 40% en los nuevos casos respecto al periodo anterior, la transmisión de la enfermedad en la provincia de Alicante ha caído otro 33%. Según los datos de la Conselleria de Sanidad, este viernes se contabilizaban 144.765 casos de covid en la provincia desde que se confirmó el primero en 2020, lo que supone 275 contagios más que el jueves 18 de marzo. Es decir, alrededor de 35 contagios diarios o, dicho de otro modo, un nuevo caso cada 40 minutos aproximadamente. Hace solo dos semanas, la cadencia se situaba en un contagio cada 15 minutos.
En cambio, las cifras de víctimas mortales han empeorado esta semana respecto a la pasada, cuando se marcó el mínimo de 2021. Hay que tener en cuenta, una vez más, el efecto distorsionador del festivo del 19 de marzo y el retraso en la actualización de las cifras de decesos, lo que podría atribuir a la semana pasada, con un dato llamativamente bajo, algunas de las muertes contabilizadas esta semana. Con todo, la estadística oficial indica que en la provincia han fallecido 2.701 personas con covid desde que comenzó la pandemia y hasta este viernes, lo que supone 48 personas más que el jueves pasado.
De esta forma, el número de fallecidos se dispara esta semana un 77% respecto a la anterior, cuando la provincia sumó 27 víctimas mortales. El ritmo de defunciones, que tras la tercera ola nunca ha llegado a acompasarse al resto de indicadores (proporcionalmente los fallecidos descienden mucho menos que los contagiados) rompe así la tendencia positiva del resto de variables, con una muerte cada 4 horas. La semana anterior, esta cadencia era de un fallecido cada cinco horas y media.
La presión asistencial, por contra, muestra la misma evolución positiva que refleja la transmisión de la enfermedad. De los hospitales saturados en el peor momento de la tercera ola, justo tras la Navidad, se ha pasado a una situación en la que el número de camas ocupadas por pacientes covid, tanto en planta como en las UCI, marca los mínimos del año (aunque muy por encima del mejor momento de la pandemia, a comienzos del pasado verano). Según los datos facilitados por la Conselleria, este viernes había 205 pacientes ingresados con covid en la provincia, un 13% menos que el jueves de la semana anterior. Respecto al pico de enero, el descenso ha sido del 88,5%.
En cuanto a los pacientes que requieren de cuidados intensivos, cuya edad media se ha reducido en la tercera ola respecto a la primera, este viernes se contabilizaban 48 ingresados en UCI, lo que supone un 22,6% menos que el jueves previo al puente de San José, cuando eran 62. Son cifras que también transitan muy alejadas del pico de la tercera ola, pero aún muy por encima del verano de 2020, cuando las UCI prácticamente se vaciaron de pacientes con coronavirus. Otro dato positivo es que la provincia encadena cuatro jornadas consecutivas sin positivos ni fallecidos en las residencias, y que actualmente solo queda un caso activo entre los usuarios de residencias de toda la provincia.
