ELCHE. Dos meses después del desconfinamiento, un breve paseo por el centro de la ciudad muestra que hay establecimientos de distinto tipo que no han sobrevivido al periodo de confinamiento. Algunos han cerrado, y otros han cambiado la estrategia comercial y han abandonado la zona. Bajadas de persiana que han llegado a la Corredora, pero también a otras calles con más vida como Hospital o a la altura de la Glorieta. No obstante, en las últimas semanas se está viendo cómo hay nuevas aperturas que ya son un hecho, y otras que están a punto de hacerlo. Sobre todo desde el sector de la restauración, a pesar de la situación de incertidumbre que vive el pequeño comercio hoy.
Una de las tiendas que no ha superado la situación ha sido la de Don Algodón en la calle Hospital, una de las calles más frecuentadas del centro para comercio y hostelería. Sin embargo, apenas un año después de abandonar Alicante para asentarse en Elche, es una de las que no ha vuelto a abrir tras la pandemia. Cerró el establecimiento por el Estado de Alarma, pero no ha vuelto a abrir. No es el único establecimiento que ha cerrado en esta calle, también lo ha hecho Natura Sibérica, tienda de belleza y cosméticos. Y aunque no por cierre, sino por traslado, otra tienda ha abandonado esta vía. Es el caso de Trucumeta, establecimiento de arte y manualidades que ha decidido trasladarse a Santa Pola.
Así pues, otros locales vacíos que sumar a la calle junto a las ya cerradas como la pizzería italiana, la de audífonos de Gaes junto al arco que conecta con la Plaça de Baix, o la tienda de cereales. Ya en la Corredora, la calle que más ha sufrido estos últimos años con la marcha de franquicias, la que no ha vuelto a abrir después del confinamiento ha sido Horno Carmen, que abrió en el segundo semestre del pasado año, por lo que tampoco ha llegado al año de apertura. Un ejemplo de la incertidumbre general del comercio en esta zona de la ciudad, y más ahora con la situación por el coronavirus. Por eso los comerciantes ven con dudas el realizar ahora la peatonalización de la Corredora, aunque son conscientes de que puede ser al menos un buen aliciente cuando esté finalizada para los que aguanten, ya que a priori está llamada a ser una obra emblemática que transforme el centro y lo convierta de nuevo en un polo atractor.
Otro cierre llamativo ha sido el de la tienda de Vodafone en la Corredora, aunque ya en la zona de la Glorieta, que también cerró por la covid-19 y no volvió a abrir. Por último, en cuanto a restauración, en la calle Mare de Déu del Carme, junto a la Plaça de Baix, ha cerrado definitivamente Desbocados, que no ha llegado a los dos años, en un lugar en el que tampoco se logró asentar la Pulpería Compostela. Si bien antes de la pandemia ya estaba abriendo solo los fines de semana, el Estado de Alarma le dio el golpe de gracia y ha bajado la persiana definitivamente.
En cuanto a aperturas, justo enfrente acaba de abrir Mama Juana, un nuevo restaurante de precio medio con comida mediterránea y tradicional, desde arroces hasta distinto pescado, pasando por raciones. A ambos lados, de la calle, mientras que en Bisbe Tormo ha abierto una nueva cafetería, The Soul Bar, en la calle Almórida se está preparando para la apertura otro establecimiento gastronómico, la Pizzería Rocket. Así, aunque son varios los comercios que no han podido soportar la situación, hay establecimientos gastronómicos que han dado un paso al frente.