ALICANTE. Como "década ganada" calificaba en Argentina el kirchnerismo los primeros diez años de gobierno del matrimonio formado por Néstor Kirchner (qepd) y Cristina Fernández. De esa manera tan elocuente el peronismo, perdón, el kirchnerismo sacaba pecho por su gestión allá por 2013. Ni ya entonces era oro todo lo que relucía en el país de la bandera del Sol de Mayo ni Argentina es (solo) Juan Domingo Perón y sus herederos políticos. Tampoco el Hércules es Argentina, aunque son muchos los lazos que les unen y aún más los paralelismos que se pueden establecer entre ambos y que perfectamente se pueden resumir en que los dos viven instalados en una crisis sin fin.
La del equipo blanquiazul la ilustra el hecho de que en junio de 2024, es decir, dentro de 12 meses y con independencia de lo que haga sobre el verde, cumplirá diez años fuera del fútbol profesional... y aunque cierre el curso 2023/24 con un ascenso, seguirá fuera de él, toda vez que pasará de competir en la segunda categoría del fútbol aficionado (Segunda Federación) a hacerlo en la primera (Primera Federación). Será otra década ganada, nunca mejor dicho... lo de "otra".
Cerca de cumplir 101 años y en el segundo sótano del fútbol patrio. Así 'tiene' Enrique Ortiz al Hércules (no juega los partidos, pero es el que manda) casi 25 años después de hacerse con el control accionarial, en el marco de una operación apadrinada por el PP y que seguía a otras dos que tampoco hablan bien de ninguno de sus protagonistas. Primero, una conversión en Sociedad Anónima Deportiva a la que la afición del Hércules dio mayoritariamente la espalda, interviniendo ya entonces los políticos para que la desaparecida Caja de Ahorros del Mediterráneo salvara la situación poniendo el dinero. Después, la venta con nocturnidad de ese paquete accionarial mayoritario por parte de la caja 'alicantina' a Antonio Asensio (qepd también), al que años después, en diciembre de 1999 e invitado a hacerlo por ese partido político que hoy dice (realmente lo dicen todos) que no puede intervenir precisamente, Ortiz se lo compraría. Todos retratados.
El Hércules cerró la temporada 2013/14 como colista de la entonces llamada Liga Adelante y hoy (todavía) LaLiga SmartBank (su 'naming' va a mutar en unos días de la mano de EA Sports). Cayó a una también desaparecida Segunda B de la que ha llegado a intentar realmente salir en estos años en tres ocasiones: en 2015, cuando se cruzó en su camino el árbitro cacereño Carlos Sánchez Laso; en 2016, cuando lo hizo un Cádiz superior; y en 2019, cuando fue la Ponferradina la que le pasó por encima. En 2020 la pandemia evitó su descenso a la antigua Tercera y un año después, tras la restructuración de categorías ideada por la Real Federación Española de Fútbol, primero perdió el tren del ascenso y después el de la permanencia en el tercer escalón, cayendo a la citada Segunda Federación, en la que pena desde entonces, habiendo sido su 'mejor' momento el quedar apeado en la semifinal del 'play-off' de 2022 a manos del Unión Adarve en el estadio Rico Pérez.
El Hércules es el 'Rey' de la Segunda Federación. No es el único conjunto que ha disputado todas sus ediciones, pero sí es el único de ellos (y del resto que competirán en esa categoría en la temporada 2023/24) que puede hacer gala de un palmarés que incluye 22 campañas en Primera División. La última de ellas queda ya a más de una década: hay que volver la vista hacia nada menos que 2010 para reencontrarse con el momento más 'alto' (ustedes me entienden) del Hércules y además con Ortiz, cuya época en el club del Rico Pérez se resume (deportivamente) hasta la fecha en dos ascensos y tres descensos: un año en Primera, ocho en Segunda A, 12 en Segunda B y, contando la 2023/24, tres en Segunda Federación.
Dice el proverbio que "añorar el pasado es correr tras el viento". Probablemente por eso no pocos herculanos serían capaces de plantar batalla a Usain Bolt.