El presidente de la Cámara, Juan Riera, en una imagen de archivo. Foto: PEPE OLIVARESALICANTE. El comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Alicante aprobó este martes replantear el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) puesto en marcha para adaptarse a la situación generada por el coronavirus y que, como viene publicando Alicante Plaza desde finales de marzo, no impedirá que la institución siga prestando el servicio de atención a los empresarios tanto de forma presencial en su sede como de forma telemática.
Según fuentes de la institución consultadas por este periódico, la Cámara tenía intención de presentar el ERTE por razón de 'fuerza mayor', igual que las empresas que han sido obligadas a cerrar por los decretos del estado de alarma (como los comercios de productos no esenciales), pero sin embargo la situación de la institución, que no está forzada a cesar su actividad y que de hecho la sigue manteniendo, no se ajustaba a los criterios para esta modalidad. Así, el expediente se presentará como un ERTE por "razones organizativas".
En cualquier caso, en la práctica no habrá apenas cambios. El expediente se tramitará como uno más de los generados desde la declaración del estado de alarma, y debe estar contestado (o aprobado por silencio administrativo) en un plazo de diez días. Dada que la ejecución de estos ERTE es flexible y se puede modificar sobre la marcha, la institución planteará en principio un plazo de 90 días, aunque puede ir reevaluándolo según avance el control de la pandemia y la reapertura de la actividad económica.
En cuanto a la afección sobre la plantilla, la mitad de los empleados pasarán a trabajar (y cobrar) el 75% de su jornada, y la otra mitad cobrará la mitad del suelo (por trabajar a media jornada) mientras dure la aplicación del expediente. En el grupo que mantendrá el 75% de la jornada y el salario se incluye a los cargos directivos de la entidad, que como adelantó este periódico se iban a ver también afectados por el ERTE como el resto de la plantilla.
Esta adaptación de la masa salarial de la institución cameral va en consonancia al cierre de algunas vías de ingresos habituales, como es la formación, que se ha visto muy reducida. La Cámara, no obstante, sigue prestando servicio a los empresarios de la provincia tanto en el asesoramiento en distintas áreas como en el apoyo a la exportación, que es la principal vía de escape en estos momentos para muchos productos que tienen la distribución minorista cerrada. Precisamente, los certificados de exportación son uno de los servicios que se prestan presencialmente.
