ELCHE. Hablar de procedimientos urbanísticos veloces suele ser un oxímoron, máxime en lo que respecta a grandes trámites. En la mayoría de las ocasiones, hablar de plazos es osado, ya que en todo lo referente al urbanismo, la realidad se acaba imponiendo sobre todas las previsiones o deseos. Un ejemplo local claro es el de la urbanización de una gran parcela en el sector E-29, que ha empezado a desbloquearse después de más de una década. Al final, depender de terceros es lo que más incide en la demora de estos procedimientos, que es lo que ocurre con la ampliación de Elche Parque Empresarial para sus nuevos casi 600.000 m2 de suelo industrial.
En manos del informe favorable de Aesa
La tramitación de la misma se declaró de urgencia para reducir un 50% los plazos, pero los plazos de la Generalitat Valenciana. En los que respectan a la administración central, poco se puede hacer; van por otro lado. De hecho, desde Pimesa se envió a en 2017 a distintos organismos nacionales los informes pertinentes sobre la incidencia en la ampliación del parque de las áreas competentes de dichas instituciones. Entre ellos está Aviación Civil, Carreteras, o la Confederación Hidrográfica del Júcar, por nombrar algunas. Como es lógico, una actuación de tal envergadura tiene afección sobre el medio ambiente, sobre suministros del agua potable y gran cantidad de servicios en general, así como en empresas privadas de instalación eléctrica o telecomunicaciones.
Para todas estas instituciones se pidió trámite de audiencia y la mayoría ya han contestado con sus correspondientes informes favorables, sin embargo, falta un informe fundamental, el de las servidumbres aéreas. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) no ha respondido aún, y es clave ya que el sector E-49 donde tendrá lugar la expansión del suelo industrial del que la ciudad carece hoy en día está en zona de influencia del Aeropuerto Alicante – Elche, además de que hay que tener en cuenta aspectos radioeléctricos, alturas... Se trata por tanto de un informe que condiciona al resto. En cualquier caso, desde Pimesa esperan que no haya ninguna anomalía porque han hecho los deberes, teniendo en cuenta esta afección de cara a elaborar los otros informes sectoriales, por lo que se espera que cuando llegue sea positivo y no demore más el procedimiento.
Una ampliación que llegará más tarde de lo que Consell y Ayuntamiento esperaban
Se calculaba que el informe de Aesa podía llegar a finales de 2018, así que habrá que seguir esperando (y llamando, como hacen periódicamente por si hay novedades), porque sin los informes favorables correspondientes no hay trámites urbanísticos. De hecho, Pimesa ya tuvo una obra parada más de un año por un caso similar. Así pues, si bien durante 2018 hubo algunos avances como la modificación estructural del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), las previsiones del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se han dado de bruces con la realidad, ya que esperaba que durante finales de 2018 o inicios de 2019 se pudieran licitar las obras de la ampliación. Sin duda unas declaraciones que distaban bastante de la tesitura urbanística actual, tanto de la estatal como de la autonómica con la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (Lotup).