José Ignacio Munilla releva a Jesús Murgui al frente de la Diócesis de Orihuela-Alicante 

7/12/2021 - 

ALICANTE (D.M./M.G/EFE). Era un secreto a voces que este martes, 7 de diciembre, se ha hecho público. El actual obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, será relevado por José Ignacio Munilla, actual obispo de San Sebastián, como ya avanzara Alicante Plaza. El relevo se produce meses después de que Murgui alcanzara la edad de 75 años, el pasado mes de abril, edad a la que se suele jubilar a los obispos. Pero en este caso, subyace, además, otra serie de problemas que han afectado a la Diócesis y de manera tangencial al mandato de Murgui: fundamentalmente, la acusación que pesaba sobre  el escándalo del cobro de comisiones por parte del entonces ecónomo, Francisco Martínez, en la venta de patrimonio de la Iglesia, desvelado por este periódico el pasado mes de enero. Posteriormente se dieron otra serie de excentrecidades, que pusieron el foco en la Diócesis, como la negativa del ya execónomo a ponerse la mascarilla en sus oficios (una actitud vinculada al brote detectado entre las monjas de Santa Faz). O la vacunación fuera de turno del propio obispo y de algunos de sus familiares, el pasado febrero.

Murgui ha anunciado que Munilla tomará posesión de su cargo el sábado 12 de febrero en Orihuela y al día siguiente, el 13 en Alicante.

Al mismo tiempo que Murgui hacía el anuncio en Alicante, José Ignacio Munilla, anunciaba su marcha de San Sebastián. Nacido en Zumárraga (Gipuzkoa) en 1961, José Ignacio Munilla fue ordenado sacerdote en la diócesis de San Sebastián en 1986, tras lo que fue coadjutor en la iglesia de La Asunción, en su localidad natal, para ser nombrado posteriormente párroco de El Salvador, en esta misma ciudad. En 2006, fue nombrado obispo de Palencia por Benedicto XVI, que tres años más tarde, lo designó obispo de San Sebastián, cargo del que tomó posesión en enero de 2010.

Durante su comparecencia, Munilla ha eludido cualquier referencia a las distintas polémicas que ha mantenido en sus doce años en Gipuzkoa (diócesis a la que llegó desde la de Palencia entre las críticas de distintos sectores del nacionalismo vasco) y durante los que ha sido cuestionado tanto internamente por un sector de fieles contrarios a su gestión, como desde ámbitos próximos al feminismo y a los movimientos de defensa de los derechos de los homosexuales, entre otros colectivos. "Acojo con paz, gratitud y confianza la nueva encomienda que la Iglesia me hace, al tiempo que le doy gracias a Dios por estos doce años como obispo de San Sebastián", ha afirmado el prelado.

En el vídeo de bienvenida mostrado en Alicante, Munilla ha resaltado que accede a esta responsabilidad "con confianza", porque pese a que la responsabilidad le "supera", va a tener la "colaboración" de toda la diócesis, a la par que ha asegurado que ya reza por todos los católicos oriolanos y alicantinos. "No he estado nunca en vuestra tierra, por lo que necesitaré un tiempo de adaptación", ha reconocido Munilla, quien ha afirmado que a pesar de ello, ya está "en familia, incluso antes de llegar", porque esa es "la gran virtud" de la Iglesia.

Por su parte, Murgui ha explicado que lo más seguro es que el próximo 12 de febrero Munilla tome posesión en Orihuela y un día después lo haga en la ciudad de Alicante, en un discurso en el que, emocionado, ha afirmado que ha disfrutado como obispo "aunque he pasado lo mío, pero estoy muy orgulloso".

De la misma manera, ha indicado que está enamorado de Alicante, que es "la millor terreta del món (la mejor tierra del mundo)" y que si hay "algo parecido al cielo en la tierra, eso es Alicante", así como ha reconocido que espera que a Munilla "no le hagan sufrir tanto" en su toma de posesión, ya que en 2012 Murgui hubo de entrar en Orihuela sobre una mula blanca "pero sin silla de montar", ha bromeado.

Murgui ha señalado que la diócesis está "muy viva" y "en perfecta armonía" con la provincia, ya que Alicante es "de las zonas de Europa más acogedoras", así como también ha sostenido que la región es muy creativa y que en sus más de nueve años como obispo se ha encargado más "de coordinar y sumar la creatividad en su conjunto que de hacer inventos individuales".

Así, ha explicado que el reto de Munilla es el de conseguir que esa creatividad individual vaya en conjunto, como un colectivo, para conseguir ser "una orquesta", un hecho que ha esperado que Munilla consiga porque es una persona "muy preparada, muy versada en el territorio de los medios y muy preparada intelectualmente".

Por último, ha reconocido que su sueño era ir en misión a Perú tras su retirada, pero que la pandemia lo ha "complicado", por lo que, por ahora, espera "una solución mixta entre estar aquí -en Alicante- y fuera".

Por su parte, monseñor Jesús Murgui fue nombrado obispo de Orihuela-Alicante en 2012, después de que el papa Benedicto XVI aceptase la renuncia del anterior prelado, Rafael Palmero, también por motivos de edad. En aquel momento Murgui ocupaba la sede de Mallorca. Anteriormente fue administrador apostólico de Menorca y obispo auxiliar de Valencia. Pasa ahora a ser administrador apostólico de la Diócesis de Orihuela-Alicante hasta que monseñor Munilla tome posesión el próximo 12 de febrero de 2022.

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