ELCHE. El juzgado de instrucción de Elche ha retomado las diligencias por la querella presentada por el inspector de la Policía Local de Elche, Manuel Calvache, contra el comisario jefe del Cuerpo, César Zaragoza, así como dos intendentes más. Después de sus declaraciones el pasado mes de noviembre, ahora es el turno de catorce testigos que han sido citados para declarar entre febrero y marzo.
En retrospectiva, Calvache se querelló contra los tres funcionarios de la policía por presuntos delitos de discriminación laboral, acoso laboral, lesiones (psicológicas) y prevaricación administrativa. En la declaración del pasado 29 de diciembre, los acusados negaron los hechos, por lo que ahora la jueza ha de entrar en la cuestión en base a las pruebas documentales y testificales. Una vez tengan lugar los interrogatorios, la jueza finalizará la fase de instrucción para resolver si el asunto tiene los suficientes indicios como para que se abra juicio oral o no.
A este respecto, la jueza ha denegado que se presenten ahora las pruebas documentales solicitadas de los expedientes disciplinarios de mandos de la Policía Local al considerar que no resultan necesarios y que vulneran la intimidad de los afectados. Sí aquellos expedientes disciplinarios incoados al querellante. También ha rechazado el testimonio de dos abogadas presentadas por la acusación y la del perito de parte de Calvache, por ahora, dejando la puerta abierta a que lo haga en un paso ulterior del procedimiento.
Asimismo, pese a que en la fase de instrucción lo habitual es que no declare todo el mundo con el objetivo de acortar las diligencias de investigación, finalmente serán catorce los testigos a los que ha convocado la jueza, es decir, la mayoría de los propuestos por la acusación. Todos son policías, algunos ya retirados, salvo dos, que son funcionarios del Ayuntamiento. Ellos y el propio Calvache serán los primeros en declarar. En este caso, y como era potencialmente posible, el inspector en tanto que querellante también declara al ser las acusaciones delitos de ámbito público.
Respecto al número de testigos, lo que es indicativo de una cuestión sensible, supone una garantía para ambas partes, tanto para el querellante como para los acusados para que puedan rebatir las versiones y defenderse. Aunque irán declarando de forma escalonada entre los dos meses, el propio procedimiento podría ir sumando más testigos si desde el juzgado se ve conveniente tras los interrogatorios. Y otros podrían quedar para la parte oral, si finalmente la hubiere.
Por último, en el Ayuntamiento por ahora no hay ninguna manifestación sobre la querella, aunque algunas fuentes municipales transmiten que no creen que la causa tenga recorrido. En cualquier caso, durante las próximas semanas será el turno de los testigos.