El cluster de la Vega Baja; en busca de salvar reticencias de las empresas para asociarse
El cluster de la Vega Baja; en busca de salvar reticencias de las empresas para asociarse
ORIHUELA. La comarca de la Vega Baja tiene su primer informe preliminar para marcar la vía hacia el esperado cluster agroalimentario. Los resultados preliminares han sido el resultado de meses de trabajo de mapeo del sector y de entrevistas en empresas de la comarca. Tras pulsar la opinión de los responsables de las firmas agroalimentarias y complementarias, el primer documento deja claras las vías, retos y fortalezas para constituir el cluster, una forma de aunar esfuerzos y valorizar el territorio con el fin de lograr mejores empleos.
El cluster busca unir sus empresas bajo el paraguas de un pool empresarial para ganar fuerza. Las administraciones, universidades y el sector empresarial, pasando por firmas de la Vega Baja y cámaras tienen claro que la unión del sector agroalimentario es crucial para su enriquecimiento, actividad y evolución y, sobre todo, para que gane peso a nivel nacional e internacional. Por ello, el cluster agroalimentario está en su primera fase de creación.
Las primeras claves se centran en cinco puntos, según apuntó ayer uno de los artífices de este estudio, el catedrático de Innovación y Estrategia Empresarial de la Universidad Politécnica de València, José Luis Hervás.
El primer punto es la marca. La idea es crear una marca conjunta para el territorio con el fin de mejorar la comercialización de empresas para conectar con la parte emocional del consumidor. Un paraguas como marca conjunta que aúne valores en común para todas las empresas de la comarca, sin restar los valores específicos de cada marca individual. De cara al mercado exterior es un valor para trabajar y vender de forma más directa.
Otro de los puntos es la forma. La formación específica que de verdad necesita cada empresa. Los creadores del cluster piden un catálogo de puestos de trabajo que hacen falta en la Vega Baja, bien con fondos propios o bien contando con otros organismos.
El tercer punto propuesto es un lobby. Algo propuesto como elemento fundamental. Una clave avalada tanto por regantes, como los sectores empresarial y agricultor. Pretenden con ello que se valore y reconozca el territorio.
La unión del sector requiere también mejorar la comunicación en prensa y redes sociales para que los organismos oficiales se den cuenta del valor de la comarca. El hecho de llegar a las instituciones tiene como objetivo el reclamar subvenciones y derechos para la Vega Baja.
Dentro del tejido empresarial se proponen dos vías de cara al fomento de la innovación. Una línea dedicada a pymes, para ayudar a que sean más competitivas las pequeñas y medianas firmas, la gran mayoría de las que componen el tejido de la comarca. Quieren que estas compañías lleguen a un cambio de modelo estratégico, de cara a la industria 4.0. Otra de las líneas va dirigida a las grandes empresas, para convertirse en ejemplos y que atraigan conocimiento sobre el territorio, de puertas a la comarca y exportando buenos ejemplos fuera.
A nivel general, afirma Hervás, la propuesta de cluster ha sido acogida con aceptación entre el sector agroalimentario y se tiene una actitud positiva para crear esa asociación. Entre las fortalezas para esta iniciativa están la de los residuos hídricos, la tierra y el clima propios del territorio. La combinación de dos sectores fuertes, el agroalimentario y el turístico, la experiencia empresarial y una cultura de trabajo, emprendedora y de adaptación a los cambios. Otra fortaleza clave y diferenciadora es la cadena de valor que enmarca a todas las empresas del sector agroalimentarios, desde la propia producción (cítricos, hortalizas, frutas y vegetales) hasta las empresas auxiliares y de componentes necesarios (abonos, bolsas o pesticidas). este es, según el impulsor del cluster, "el auténtico regalo de la comarca, y para ser efetivo, se tiene que trabajar en conjunto".
Además, la calidad de los productos, la especialización con productos estrella como los cítricos o la alcachofa, el apoyo institucional, la vocación exportadora y la profesionalización a través de la universidad suman a los puntos positivos de la Vega Baja en el sector agroalimentario.
Pero también hay retos que abordar. Uno de ellos, la poca concienciación entre el empresariado de la importancia de la colaboración y la escasa cooperación para la innovación del sector. Los ayuntamientos, asimismo, deben unirse en bloque para este cluster sin importar el color político de cada institución, y también demandar más suelo industrial y formación en áreas nuevas para reforzar la capacidad de lobby.
El cluster de la Vega Baja; en busca de salvar reticencias de las empresas para asociarse
El agua, tanto en cantidad como en calidad es otro problema. La unión para reivindicar mejores condiciones es otro de los retos expuestos. En este sentido, también es necesario mejorar el conocimiento de los mercados exteriores y ayudar a las empresas a ser más innovadoras, sobre todo reforzar al joven agricultor. para que sean empresarios, con un modelo de negocio en la cabeza. Para este fin es necesario acompañar a las firmas a que transiten a estos nuevos modelos y maximizar márgenes de beneficios.
Para el buen funcionamiento del cluster, otra idea es conectar y crear sinergias entre los sectores agroalimentarios, el turismo y la gastronomía y crear un tandem asociativo fuerte. Y por qué no, valorizar los residuos del sector, con gran potencial para una adecuada gestión que convierta los restos en compost y se pueda generar valor de ello.
El cluster tendrá, además de los cinco puntos principales, un catalogo más extenso de iniciativas. Facilitar conocimiento de normativa, el acceso a subvenciones, promover centrales de compras, información sobre ferias o sesiones de innovación para conocer nuevos modelos de negocio son puntos de trabajo. Pero tampoco queda atrás el aprendizaje de otros clusters ya en marcha que funcionan. buenos ejemplos que se pueden aprovecha y adaptar a las necesidades de la Vega Baja, por ejemplo, a través de conferencias.
A la presentación del informe, presentado ayer en el Hotel Tudemir de Orihuela, acudieron el alcalde, Emilio Bascuñana, y el concejal de Industria, Miguel Ángel Fernández. Además, estuvieron presentes alrededor de 40 representantes de empresas, asociaciones y entidades bancarias de Orihuela y la Vega Baja. Entre ellas, A Pleno Sol, Agrícola 3 Puentes, Alma Marina, Amefruit, Bodegas Mateo Wines, Conservas Hola – Biotorgal, Grupo Agrotecnología, Grupo Perea, Hortidesa, Manipulados Hortofrotículas San Andrés, Miel Ferrándiz, Peyfi, Salazones Pertusa, SAT Imperio, SAT Olé Orihuela, Vega Carne, Vitalgrana, Asociación Alcachofa Vega Baja - Almoradí, Consejo Regulador de la Denominación de Origen de la Granada Mollar de Elche, Escuela Politécnica Superior de Orihuela, Cajamar, Bankia, Banco Sabadell, Caixabank, Cámara de Comercio de Orihuela, Convega, Asemvega, Jovempa, Juzgado de Aguas de Orihuela, la Unió de Llauradors, GAL Sur de Alicante, Ayuntamiento de Benferri, Ayuntamiento de Catral y Ayuntamiento de Formentera del Segura.
La jornada concluyó con las conferencias "Modelo de funcionamiento de una Central de Compras en un Clúster: cooperando para ahorrar" por parte de Ascensio Asensio, de Compras58 y "El sector alimentación y la industria 4.0: experiencias, casos de éxito y tendencias", de Alejandro Gilabert, gerente nacional de cuentas clave en AINIA.