tribuna libre / OPINIÓN

Independencia del mercado eléctrico

15/01/2021 - 

¿Se puede romper la absoluta dependencia del mercado eléctrico y de su confuso y, en muchos casos, abusivo sistema de fijación de precios y tarifas? Y la respuesta, directamente es sí. Nuestro territorio, desde Castellón hasta más allá de Murcia y en toda Castilla La Mancha, dispone de una ventaja competitiva por nuestra orografía y la fuerte radiación solar. La energía fotovoltaica es la vía de escape a situaciones que se han vivido en estas últimas semanas en materia de facturación eléctrica. 

Con la entrada de este nuevo año también llegó la primera ola de frío con unas nevadas tan espectaculares como nunca vistas, y temperaturas por debajo de los cero grados en gran parte de España. La respuesta a esta situación por parte del mercado eléctrico convencional es la de siempre, el incremento del precio hasta cotas no vistas en los últimos años. Una situación que se repite con los picos demanda, tanto en invierno como en los meses más intensos de verano. Y que repercute no sólo entre los hogares y las economías domésticas, sino que impacta en los niveles de productividad y competitividad de nuestros sectores industriales.

Según datos del OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía) el precio medio del mercado mayorista en España para el primer día laboral del 2021 fue de 67,55 euros por megavatio/hora. El precio medio para el viernes de la misma semana, el 8 de enero, fue de 94,99 euros por megavatio/hora. Todo ello, llegando a alcanzar picos de más de 108 euros que no se registraban desde el año 2014, con el consiguiente impacto en el conjunto de los consumidores.

Más allá de nuevas regulaciones del sistema de tarifa del mercado eléctrico –que sin duda debe ser más transparente y mejor gestionado para lograr estabilidad en los precios para productores y consumidores– España tienen un potencial con el que puede superar el cerco que le genera el precio del combustible fósil, del que somos absolutamente dependiente, y del canon establecido por la emisión del CO². Este elemento liberalizador es, sin duda, el sol y la energía fotovoltaica.

La nueva regulación estatal, más amable para la implantación de sistemas fotovoltaicos, y las tecnologías aplicadas en sus sistemas de generación hace que las empresas – y familias – puedan acceder a generar su propia electricidad. Con el autoconsumo fotovoltaico se logra energía a un precio equivalente medio durante todo el año de solo 20 euros megavatio/hora a medio día, es decir un precio muy competitivo en la tarifa más cara. Esto es un KWh un 80% más económico que la energía convencional distribuida por la red.

La ventaja para empresas e industrias es evidente con reflejos inmediatos en sus cuentas, pero también hay otros elementos no cuantificables en los balances contables que tienen su valor, como la contribución a la reducción de CO² y la minimización del efecto invernadero. Entrados ya en el siglo XXI la independencia y la libertad del sistema eléctrico convencional hoy es más fácil, pero sobre todo más barato y más sostenible. Sólo hay que mirar al sol.

Luis Navarro
Gerente Cubierta Solar

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