ALICANTE. Hay pocas terrazas en Alicante donde puedas disfrutar de la mezcla entre la buena comida y el arte. Pero eso es lo que se consigue si se supera la frontera psicológica del Centro tradicional para llegar al número 20 de la Calle Capitán Amador, hasta adentrarse en las entrañas de La Tremenda Bodeguita.
Esta bodeguita es un punto de encuentro entre el arte y la gastronomía, ya que, mensualmente, presentan exposiciones de artistas locales (actualmente las paredes de La Tremenda están vestidas con acuarelas "Las Frauen" de @nuria_sin_drama, con su propuesta "Mujeres del mundo de todos los colores"). Además, de sus lámparas cuelgan los universos de la sopladora de vidrio alicantina @lavillanadecristal. Y en la fachada, visibles desde la terraza, puedes disfrutar de las obras del artista urbano @fiigueers.
La carta es ecléctica, de temporada y corta, los tres mejores adjetivos que puede tener hoy en día una propuesta gastronómica para todos los que están cansados de interminables cartas con reclamos de 100% natural (pero con más aceite de palma que un tigretón). No te hacen falta azúcares, conservantes y potenciadores si tienes un gran producto y lo sabes ensamblar para que sepa a gloria. Y eso es precisamente lo que tiene La Tremenda.
La creadora de todo este cosmos (la tremenda madre) ha vivido a caballo entre Alicante y Madrid, donde cursó sus estudios de Bellas Artes y Cocina. De ahí se explican platos como Las Pelusas, galleta crujiente de arroz japonés con crema de aguacate, brotes de cebolleta y tomate; Las Mollitas, finas cocas de Mollitas con pipirrana de pimiento verde y cebolleta, hueva, mojama y bacalao; y Bambi, bocadillo vietnamita (Banh mi) mayo siracha y lima, pepinillo, encurtido de apio y zanahoria en aceite de sésamo, pollo asado, cilantro y lima, todo ello rehogado con la selección de vinos de Jordi (pareja de tremenda madre). No hay forma inigualable de empezar una ronda que pasar por La Tremenda y dejarse llevar.
