ELCHE. Al Ayuntamiento se le ha agotado la paciencia. Después de intentar revertir la situación con el Instituto Tecnológico de la Palmera, que estaba llamado a cubrir el hueco que dejó la Estación Phoenix para seguir una línea de investigación y servir como impulsor de la palmera en la ciudad, el equipo de gobierno ya trabaja en la rescisión del contrato para ejecutar en junio. El motivo es que tras un primer requerimiento después del ultimátum, Gaia Lab, la concesionaria, no ha cumplido las exigencias para seguir adelante.
Después del fiasco por el nulo seguimiento del servicio tras la adjudicación durante la pasada legislatura, la concejalía de Parques y Jardines de gobierno cambió en 2020 el comité de seguimiento del pliego, y la fecha límite que tenía la mercantil para reflotar el proyecto, que es junio de 2021, se acabará convirtiendo, salvo gran sorpresa, en la del final de la concesión. Tras la advertencia del Ejecutivo local a la empresa, esta presentó una memoria de actuaciones hasta esta fecha, incluyendo la contratación de más personal, nuevos cultivos o amoldar el invernadero. Pero no solo no se ha cumplido ninguna, sino que además, después de haberse puesto al día con el canon anual el año pasado, ahora vuelve a deber más de 25.000 euros.
La mercantil paga por el canon una cifra de algo más de 8.400 euros al trimestre. En octubre de 2020, tras la advertencia municipal, pagaron el adeudo desde noviembre de 2019 hasta junio de 2020, lo que hizo pensar que quizá sí se iba a cumplir el pliego y por tanto se cerraba la puerta de la rescisión. Sin embargo, desde esa fecha no han vuelto a abonar estos pagos, por lo que se ha vuelto a perder terreno en uno de los pocos compromisos adquiridos. Con la respuesta de la mercantil este año a un primer (tras el ultimátum) requerimiento municipal, queda de relieve que Gaia Lab no ha cumplido ninguno de los hitos del cronograma hasta junio. Con este, Contratación ya puede armar la rescisión, que es la perspectiva con la que se está trabajando de cara a finiquitar la concesión en junio.
A este respecto, el plan de actuaciones suponía contratación de personal, nuevos cultivos importando hijuelos, ponerse al día con el canon o aclimatar el invernadero. En la memoria de actividades se ponen argumentos de por qué no han cumplido cada uno de ellos, pero el edil del área Héctor Díez entiende que no son suficientes y que muestran que no hay interés o voluntad en sacar adelante el proyecto. De hecho esta sociedad está dentro de una matriz inglesa y marroquí, por lo que esta iniciativa se diluye dentro de este fondo. Así que la firma ya ha agotado la paciencia municipal, por lo que finalmente se rescindirá, algo que propuso por otra parte en su día el PP, junto a memoria de actividades de la adjudicataria. Pero no existía por escrito: la primera es de marzo de 2020.
Lo que aduce Gaia Lab para no cumplir con el cronograma es que por ejemplo los hijuelos se dijo que estaban en trámite para importarlos en febrero, cosa que no se ha realizado a día de hoy según explica Díez tras conversaciones con la firma. Asimismo, para importarlos hace falta registrarse ante Sanidad Vegetal y cumplir con unos requisitos que según la compañía, "hacen inviable el proyecto", por lo que plantea al Ayuntamiento que pida ampliar o modificar la ley a la Conselleria de Agricultura. Algo poco realista para poder cumplir con un pliego de condiciones y que desde la propia concejalía reciben con estupor. Asimismo, cabe resaltar que la adjudicación fue en 2017, hace cuatro años, por lo que no se habían planteado hasta ahora estos registros ni importaciones, necesarios para el desarrollo del proyecto. Algo que se planteó tras la advertencia municipal.
Al tiempo, tampoco han adquirido todo el material necesario, aunque sí que hay mobiliario nuevo y equipo técnico en el laboratorio. De hecho, un invernadero que adquirió el Ayuntamiento con vistas a las palmeras in vitro que tenía que producir este instituto está sin utilizar. Tampoco se ha contratado el personal comprometido: el ingeniero agrónomo para finales de 2020 y lo mismo con un auxiliar de laboratorio. Y otros dos auxiliares para verano de 2021. Explica Díez que se hicieron las gestiones con el Labora para buscar los perfiles que necesitaban, y que ni siquiera han hecho las entrevistas, con el pretexto de que hay retrasos en los otros puntos del cronograma. Hilado con esto, se argumenta que la pandemia ha atrasado todo.
Así pues, a la vista de que no hay ninguna novedad, la comisión de seguimiento se reúne este miércoles para plantear un segundo y último requerimiento para mayo, aunque se da por hecho que si no se ha realizado nada en este tiempo, no se va a ejecutar en tres meses que quedan, por lo que trabajan en el escenario de rescindir. Eso sí, invitarán a la mercantil a que llegue a un acuerdo para que renuncie al contrato. Además, en el caso de que tuvieran que rescindir, para más INRI, tendrían que tener el canon al día, cosa que no está a día de hoy.
Eso sí, tras el hastío con este contrato, una inversión fallida, el Ayuntamiento no volverá a sacar a licitación este proyecto. El concejal señala que lo que van a plantear es un acuerdo con la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente para impulsar una iniciativa similar. Respecto a la sede del IVIA que planteaba el PP que fuera complementaria a la misma, en esta no se realizan actividades de investigación y desarrollo, por lo que en cualquier caso, tras la rescisión, la cuenta vuelve a estar a 0. Cuatro años perdidos.