ELCHE. El pasado 19 de agosto fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la licitación de la duplicación de la carretera de acceso al aeropuerto Alicante-Elche (N-338, tramo entre la N-332 y la autovía A-70). Se trata de un vial de 4,7 kilómetros, con un presupuesto de algo más de 29 millones de euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de 34 meses, con una fecha de inicio prevista para octubre de 2018. Esta sirve de conexión entre las carreteras N-332 y la autovía A-70, además de completar la circunvalación a Alicante A-70, que permite a los usuarios de la N-332 en cualquiera de las poblaciones costeras del sur de Alicante rodear el casco urbano y facilitar el acceso a la zona norte de la ciudad. Un proyecto necesario y del que Elche Piensa sin embargo, tiene algunas reflexiones que aportar sobre el asunto por la falta de visión integral del mismo.
Desde la plataforma han analizado la documentación y piensan que ambas administraciones se han puesto las medallas antes de hora —el Gobierno por una parte anunciando que cumple sus compromisos políticos y el Ayuntamiento haciendo lo propio con inversiones para el municipio—, pues echan en falta más calma, al indicar que habrá que ver si esta licitación entra en los Presupuestos Generales de 2018. Para justificar el planteamiento, apuntan que la duplicación de esta carretera de tan pocos kilómetros tiene un plazo demasiado amplio, 34 meses y que el hecho de que se anuncie en agosto para ejecutarse más de un año después, es por “dilatación presupuestaria y no de problemas técnicos”, señalan.
Asimismo, desde Elche Piensa creen que este plan es insuficiente porque hay varias reivindicaciones que no se han considerado y giran en torno a tres ejes. El eje más conocido gira en torno a la compatibilidad con la línea de ferrocarril actual y futura, que es una de las reivindicaciones históricas sobre el aeropuerto desde años, como han pedido los vecinos de L’Altet. Explican que el proyecto no incluye ninguna previsión para integrarse con el futuro nuevo acceso ferroviario a Alicante (variante de Torrellano), como se contemplaba en el denominado ‘Proyecto Constructivo de la Red Arterial Ferroviaria de Alicante (Variante de trazado Alicante-Torrellano)’, cuya redacción se adjudicó el 29 de octubre de 2007 y que elimina el tramo de Aguamarga y la parada en San Gabriel. Por ello indican que “no se entiende que el proyecto de duplicación de calzada de la N-338 que se ha sacado a licitación no considere su afección a dicha futura red ferroviaria, como hacía el proyecto constructivo de duplicación de calzada de la N-338 que se redactó en octubre de 2009”.
Dicho documento contemplaba la ejecución de tres pasos inferiores en los puntos de cruce con dicha línea ferroviaria. De hecho, en los puntos de cruce con la actual línea ferroviaria Murcia-Alicante, están previsto unos viaductos de mayor luz (distancia entre pilas de los puentes) para permitir, a futuro, duplicar dicha línea ferroviaria. En consecuencia, se preguntan si es que desde el Gobierno se descarta la parada de tren del aeropuerto y el nuevo acceso ferroviario a Alicante. Por otra parte, en el caso de que finalmente se ejecute dicho acceso, tendrán que ejecutar los tres pasos inferiores de la línea de ferrocarril que cruzan la N-338, lo que a su juicio supondrá destruir la nueva calzada duplicada para ejecutar dichos pasos inferiores: “¿No supondrá esto más coste para las arcas públicas que si se construyen desde el principio esos pasos inferiores?”, plantean. Creen que los Consistorios de Elche y Alicante deberían reclamar dicha integración del nuevo vial en esa futura red ferroviaria.
El segundo de ellos es el acceso a IFA, del que dicen parece menos importante que el acceso en la rotonda del Este en la Nacional 340 (lado de Alicante), que sí se mejora. En su opinión, si es por cuestión de presupuesto, ”sería preferible actuar primero sobre la glorieta del recinto ferial, al tratarse de una institución provincial, y no sobre la rotonda del lado Este, que no da acceso directo a ninguna dotación”, aseveran. Además, dicen de esta rotonda que el acceso al colegio Aitana desde el vial de servicio puede ocasionar accidentes.
Para finalizar, la última queja que plantea la plataforma cívica es que se pierde la recuperación de la Vereda de Dolores en el Saladar de Aguamarga. El documento inicial de 2009 de duplicación de la N-338 preveía la conexión de los carriles laterales de servicio con la Vereda de Dolores (Saladar de Aguamarga), que ya no está en el proyecto de licitación de 2017. Ante la situación expuesta por ellos mismos, Elche Piensa señala que se trata de un proyecto mediocre, al contrario que el redactado en 2009, “que se integraba mejor en el territorio“ y esperan que el Ayuntamiento lo recupere para que “esta complacencia lleve a que no nos pase igual que con la futura llegada del AVE”, sentencian.