ELCHE. El lunes tuvo lugar en el salón de actos del Centro Social de El Altet una Junta Municipal Extraordinaria entre el Ayuntamiento de Elche y los vecinos de la pedanía para presentarles el Plan de Inversiones que se va a llevar a cabo. Una cuestión fundamental para el Consistorio ahora que han visto que la Asociación Vecinal de El Altet por un Nuevo Municipio va en serio con su reivindicación de separarse de Elche y aspiran a su independencia para poder autogestionarse libremente. De hecho, varias decenas de personas recibieron a la delegación del Consistorio con camisetas reivindicativas que clamaban por esa segregación.
Como era esperable, el balance de la junta ha resultado dispar para cada una de las partes. Mientras que el alcalde y en general la posición del Ayuntamiento es la de “trabajar día a día para mejorar El Altet”, el cúmulo de años de desafección por parte de los vecinos de la pedanía es tal, que acusan al equipo de gobierno de vender humo. “No queremos más verborrea ni más mentiras”, señala Lidia Soler, portavoz de la Asociación Dunass, uno de los colectivos impulsores y que integran esta nueva asociación pro la desconexión con Elche. Una posición que quedó bastante clara en la reunión, que constaba de dos puntos, dar cuenta de las nuevas inversiones en la partida rural y el segundo, “esgrimir argumentos que justifican su mala gestión”, explica Soler.
Esas nuevas inversiones son el acondicionamiento de vías concretas y de la creación de un skate park. Aunque según la asociación Dunass, son “posibles inversiones”. Y ponen como ejemplo que lo que se va a hacer es una petición al Consell para que los terrenos donde se ubica el parvulario sean cedidos y se pueda constituir allí un centro social. En este sentido, Soler apunta que en la junta celebrada el lunes, entremezclaron conceptos adrede para confundir y hacer ver que la nueva dotación es suya y no de Conselleria, para poder así anotarse el tanto. Asimismo, señala que de la partida de los presupuestos participativos, si bien un millón de euros iban destinados a Elche, para las partidas rurales había 400.000 euros, y a El Altet le corresponden 29.000 euros.
Una situación que genera malestar porque las actuaciones ya están aprobadas y presupuestadas, pero sólo se ha cumplido una acción, una fuente en la Plaza de la Cooperativa valorada en 1.500 euros. En este apartado, Soler recuerda que los vecinos de la pedanía se costearon su propio cementerio, las reformas de la parroquia de San Francisco de Asís o el proyecto de canalización de agua potable y que tienen las facturas que lo prueban. “Lo que hoy son pequeños avances, y que en su día fueron grandes para hacer de El Altet lo que es hoy, han sido sufragados pos los vecinos”, apunta. “Ya ha pasado mucho tiempo, ya se ha ratificado que la relación con Elche no es saludable, es lesiva para El Altet. Es la hora de autogestionarse y tener un territorio competitivo”, argumenta la portavoz.
En lo que respecta a los argumentos dados por el Ayuntamiento para explicar la situación de la pedanía, el balance de la asociación también es negativo. Estos viraron en torno a la crisis económica y la ley de estabilidad presupuestaria del ministro Cristóbal Montoro, la herencia del gobierno anterior y la mala comunicación entre ciudad y pedanía. De estos, Soler explica que cómo ha afectado la crisis si en los presupuestos de 2015 se establecía como partida para órganos de gobierno, asesores y personal de confianza 1.400.000 euros y en 2017 se ha aumentado esta en más de 400.000 euros. Lo que subyace en este caso es la situación que lamentan los vecinos, la sensación de que hay dinero para lo que interesa, y recuerdan en este aspecto el olvido de la institución por la pedanía y los gastos que ellos han tenido que sufragar para realizar algunas actuaciones en El Altet.
De la herencia del Partido Popular, Soler esgrime que “el de la herencia recibida es el mismo argumento que utilizaba el otro gobierno para justificar la situación, el no cumplir las promesas electorales. De este fraude a los vecinos, han hecho su late motiv”, y recuerda que el PSOE ha estado más de treinta años gobernando y que la desafección no viene de ahora. “Hay más presupuesto para los cargos de confianza del Ayuntamiento que para las pedanías del campo”, apostilla Soler.
Por otra parte, también han solicitado por la OMAC la documentación en la que se expone la situación económica, cultural e histórica que concierne a El Altet. Estos informes son necesarios para poder tramitar la solicitud de segregación. Quieren que sean los datos los que de manera objetiva revelen si la petición es viable o no. En este aspecto, la portavoz de Dunass se muestra tajante, “la segregación debe analizarse de manera seria. Han de dejarse de lado los sentimientos de territorialismo. Cuando hayamos conseguido unanimidad con todos los vecinos y lo consideremos oportuno, entregaremos esa solicitud, por lo que el Ayuntamiento debe analizarla de manera seria y no tergiversar”.
Otra queja con la que justifican su propuesta es que el Ayuntamiento no puede hacer nada frente a AENA y lamentan que en una reunión pasada a la que asistió Mireia Mollà, no contaron con ninguna asociación para hablar del proyecto que llevan reivindicando tiempo desde Dunass para crear sinergias entre el aeropuerto y las pedanías más cercanas a este. “Es un proyecto avalado por 38 asociaciones”, explica Soler, entre las que se encuentran la Asociación de Asociaciones de Torrellano y otras del Camp d’Elx. Una situación que ahonda más en estas diferencias, “porque estaba en su programa electoral y han hecho caso omiso”. Añade Soler que al director del aeropuerto “ni se le cuestionó la emisión de decibelios que soportamos, más de los permitidos por ley. Además pasan por la madrugada, incumpliendo el periodo de descanso. El Ayuntamiento no defiende nuestros intereses”, sentencia Soler.
En resumidas cuentas, una situación que parece enquistada a pesar de los intentos del Consistorio por restablecer el diálogo y estrechar los lazos en las últimas semanas, a raíz de las intenciones segregacionistas de la pedanía. Los vecinos que están participando en esta asociación y que han impulsado este movimiento creen que el Ayuntamiento es incapaz de gestionar todo su territorio y que debería analizar las consecuencias positivas que podría brindar la segregación: “queremos prosperar de manera sostenible”, aseveran. Una situación, por cierto, que podría extenderse a otras pedanías, como con la recién constituida asociación en La Marina, con la que El Altet se ha solidarizado por empatía “porque también son conscientes del abandono de las partidas rurales”, indican desde Dunass.