Vista de la urbanización Infinity View de Arenales del SolELCHE. Como cada año cuando llega el verano, la sociedad de tasación homologada Tinsa publica los datos de las viviendas de la costa. Como señalaba este medio hace unos días, mientras que al contrario que en el resto del país, en la provincia se rompe con la tendencia y los precios bajan, el precio de las viviendas ha aumentado en Elche, aunque eso sí, los pisos en la costa ilicitana se mantienen como los más baratos, situación que ya ocurría el año pasado, a pesar del auge en Arenales del Sol y La Marina.
Este detallado análisis del mercado de vivienda vacacional de costa corrobora que por tercer año consecutivo la actividad del sector inmobiliario en las costas españolas sigue creciendo, animada por un contexto que cada vez se muestra más optimista. Los resultados reflejan una mejoría considerable de la coyuntura del mercado respecto al año anterior, entre ellas, dentro de la Costa Blanca, la ilicitana es una de las que muestra esa mejoría. Hay un aumento de precio en la vivienda vacacional en el último año, sinónimo de una mayor demanda, y previsión de crecimiento de precios.
En lo que respecta a El Campello, Alicante, Elche y Santa Pola, todas las poblaciones han mejorado respecto del año pasado y el mercado de suelo empieza a recuperar una actividad regular. Además, en Santa Pola y Elche todavía tienen suelo finalista, pero como señala el informe, "quizá con problemas de escasez a medio plazo", algo que coincide con el poco suelo residencial que queda en la ciudad, como manifestó el exedil de Urbanismo en la pasada legislatura. Eso sí, en los últimos meses se ha producido un incrementos en el precio del suelo en todas las zonas y especialmente en Arenales del Sol, una de las pedanías ilicitanas que más turismo absorbe.
El reflejo de esto último se ve en el precio del metro cuadrado. Aunque el de Elche sigue siendo el más barato de la provincia en cuanto a las viviendas de costa e interior, si en el primer trimestre de 2018 era de 866 euros, en el mismo periodo de este año ha ascendido a 949 —siendo la media de 1205 €—, lo que supone un aumento del 9,6%. En cualquier caso, se trata de cifras bastante bajas si se comparan con las del boom inmobiliario de hace diez años. La variación desde máximos de la década pasada ha sido de -45,1%.
En cuanto a compraventas, aún no hay datos de este año, dado que se muestran los datos de toda la anualidad, pero en 2017 hubo un total de 2.519 operaciones, mientras que en 2018 hubo 2.906, un 15,4% más. Aumentaron tanto las compras de vivienda nueva, un 33,6% (con 457), como el alquiler de viviendas usadas, con un 12,5% más (2.449 inmuebles). Eso sí, el año pasado bajaron las licencias de vivienda nueva, solicitándose 239 frente a las 545 de 2017, es decir, un 56% menos.
Por otra parte, el perfil del comprador de vivienda vacacional es tanto nacional como extranjero. En la zona de Los Arenales está más enfocado al mercado internacional; los compradores nacionales proceden de Madrid y los internacionales de países del Este y más recientemente de Rusia. Todo dentro de un marco en el que entre Campello y Santa Pola la compraventa de vivienda vacacional ha aumentado respecto al año anterior y también han mejorado moderadamente los plazos de venta actuales en las promociones de obra nueva vacacional. Además, las rentas de alquiler vacacional en la zona han aumentado alrededor del 5%.
Asimismo, según la sociedad de tasación, el stock de obra nueva heredado de la crisis irá desapareciendo a largo plazo, por lo que a día de hoy conviven al 50% la vivienda vacacional nueva y la usada, mientras que el mercado de alquiler y compra están equilibrados. El producto que tiene mejor salida tanto en el mercado de compra como el de alquiler son las viviendas en bloque con superficie entre 90 y 105 m², dos o tres dormitorios y calidades medias-altas.
