ALICANTE. El Patronato de la Vivienda vuelve al redil. Y lo hace desprovisto de los ascensos y de los incrementos retributivos previstos en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) impulsada por su gerente, Gaspar Mayor, sin la supervisión previa del equipo de Gobierno (PSOE, Guanyar y Compromís). Entre esos ascensos se incluía el de la esposa de Mayor como adjunta a la gerencia, además de otras cuatro promociones o reasignaciones de funciones internas.
La mesa general de negociación del Ayuntamiento de Alicante rechazó este martes la propuesta de Relación de Puestos de Trabajo (RPT), aprobada inicialmente el pasado mes de enero en la Junta Rectora del Patronato, al considerar que su configuración no había sido objeto de un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores, entre otros puntos.
El rechazo de esa RPT se produjo con el voto de todos los representantes políticos del equipo de Gobierno y de la oposición, y casi con la unanimidad de la parte social: CSIF, UGT y SEP también se pronunciaron en contra de esa RPT, mientras que CCOO se abstuvo.
En la práctica, la decisión de la mesa de negociación devuelve el control del Patronato al equipo de Gobierno, a través de la edil que ocupa la presidencia del organismo autónomo: la responsable de Vivienda, Julia Angulo (Guanyar). Según las fuentes municipales consultadas, Angulo debería decidir ahora si acepta la posición de la mesa general de negociación para dejar sin efecto la propuesta firmada por el gerente o si, por el contrario, la mantiene.
Angulo ya ha avanzado cuál es su hoja de ruta: una nueva RPT negociada con los sindicatos y recuperar el comité ejecutivo como órgano de supervisión
Como avanzó Alicante Plaza, en realidad ese debate no existe: Angulo tenía trazada su hoja de ruta para anular la RPT desde el mismo momento en el que se produjo su aprobación. Así lo comunicó ante la Junta de Gobierno después de que la Junta del Patronato aprobase las cuentas del organismo autónomo, en el arranque del proceso de tramitación de los presupuestos municipales. Y, de hecho, así lo habría propiciado también al solicitar a la Concejalía de Recursos Humanos que dirige Carlos Giménez (PSOE), el debate sobre la RPT del Patronato en una mesa general de negociación (precisamente, la celebrada este martes).
El objetivo de Angulo es impulsar, ahora, una nueva RPT negociada con los representantes de los trabajadores en el Ayuntamiento (de hecho, los representantes sindicales habían criticado que en el Patronato se produjesen ascensos y mejoras retributivas que se niegan al resto de trabajadores del ayuntamiento). Se trata de buscar un acuerdo que sustituya a la RPT promovida de manera unilateral por el gerente, pese a que hasta ahora tanto él como sus empleados (unos veinte trabajadores, contratados como personal laboral, no funcionarios) hayan mantenido que Mayor les había consultado su propuesta.
Todo, además, mientras se aborda la conversión de esos trabajadores en funcionarios, de acuerdo con la última recomendación formulada por el interventor municipal, en el informe en el que daba validez a la propuesta desde el punto de vista técnico (el secretario municipal también avaló su corrección formal). Y todo, también, mientras se aborda la posible extinción del Patronato para que sus funciones (originariamente, promoción de vivienda pública, ahora también gestión de ayudas de acceso a la vivienda) sean asumidas directamente por la Concejalía de Vivienda, con el propósito de racionalizar costes, según expuso el alcalde, Gabriel Echávarri, durante el pleno de aprobación de los presupuestos. De momento, siguen en trámite los estudios económicos y jurídicos para evaluar si esa medida es rentable y viable. En el caso de que llegue a producirse, Guanyar ya ha manifestado que velará para que desaparezca el puesto de gerente.
Como informó este diario, Angulo también pretende reactivar el funcionamiento del comité ejecutivo del Patronato: un órgano de control político previsto en los estatutos, no constituido desde hace años, que debe validar las cuentas propuestas por el gerente antes de que se debatan en la Junta General. Ese paso no se cumplió el pasado mes de enero cuando la RPT se planteó directamente a esa Junta. Y según argumentaron fuentes del tripartito, no quedó otro remedio que aceptar la propuesta elaborada por el gerente para no retrasar la aprobación de los presupuestos.