ELCHE. Después de una primera fase del debate general este miércoles con las intervenciones de los consejos sectoriales, más críticos que los distritos, que salvo alguna excepción, se centraron más en agradecer al bipartito las actuaciones y en enumerar proyectos del Ejecutivo local, este jueves era el turno de los partidos políticos. Un segundo debate que apenas ha tenido diferencia respecto a cualquier pleno ordinario, salvo el tiempo, eso sí, mucho más comedido. También en comparación con los antiguos debates del estado de la ciudad.
En resumidas cuentas, el Ejecutivo local y el alcalde, en este caso con una primera intervención de media hora, han defendido el trabajo y proyectos de PP y Vox, así como la labor de los distritos, puesta en tela de juicio por PSOE y Compromís. Desde la oposición, han criticado el gasto excesivo del gobierno local, además de considerar que mucha de la inversión actual es herencia recibida de sus proyectos que dejaron encaminados. Así pues, un debate con apenas novedad, en línea de lo habitual para cualquiera que siga los plenos, eso sí, sin apenas gente entre el público.
Empezaba Esther Díez, de Compromís, incidiendo sobre una hora "poco conciliadora" del debate, a las 8:30 horas. A su juicio, "no queda nada del alcalde que se prometía ecuánime, humilde y austero en junio de 2023", anotando que es ya lo advirtieron, "porque las varitas mágicas no existen y la transversalidad no es posible si se apoya en ideas extremas. Hay que tomar decisiones complejas". Le pedía explicaciones por no no impulsar medidas de ayuda al alquiler y otras como las zonas tensionadas, hacía referencia a los incumplimientos por ahora del tranvía (señalando que es un bus de alta capacidad), Palacio de Congresos o Clarisas, conservatorio, el centro de salud de Torrellano (del que Ruz habló solo como infraestructura el miércoles).
También recordó que se haya perdonado la deuda de 43 millones de euros por la UMH, o que muchas actuaciones son heredadas: los proyectos de movilidad, plataformas únicas, centros sociales, sendero del Vinalopó, etc. Lamentaba falta de consensos con la oposición, así como la presencia de la religión en el Ayuntamiento, además del gasto en asesores, la gestión del caso José Navarro, la modificación de la ley del palmeral "para desprotegerlo" a su juicio, o aceptar "los discursos de odio como ayer decían en Cooperación por sus socios". Decía que "Elche merece más" y pedía un referéndum por el Vinalopó ante la negativa a la reversión.
Por parte del PSOE, Héctor Díez agradecía la participación de los consejos y mencionaba de nuevo que desde los distritos se habló de gestión de gobierno "y no de problemas de la ciudadanía". Asegura que sintió algo de "vergüenza" y que cree que miembros del Ejecutivo reconocen que "se les fue la mano". El portavoz destacaba la habilidad para "exprimir" la ley de contratos y licitar más rápido, y criticaba de nuevo, como Compromís, que vivan "a mesa puesta" por los proyectos heredados. Acusó a Ruz de "falta de transparencia y desinformación" y de mostrar una imagen vetusta, con "ausencia de proyecto de ciudad en contraposición con lo ornamental y efímero, es usted desmedido hasta el empacho". También criticó su uso de las redes y vídeos, los 30 asesores, sueldos públicos de todos, que llegan a casi 2 millones de euros anuales, y que hay 4 millones de gastos en facturas sin contrato. O las dietas que cobra de Pimesa y Puerto a pesar de la bajada.
Tampoco faltó el Palacio de Congresos, el tranvía Clarisas, o los proyectos en edificios de Correos y la Tesorería. "¿Quién hablará de las dificultades de la gente? ¿Hablará alguien de los 800 euros de alquiler en Carrús? ¿Hay novedades en el Edificant que dejamos? ¿Y qué hay del suelo empresarial?", finalizaba.
Desde Vox, Aurora Rodil reivindicó su trabajo y el de la coalición de gobierno. Cargó contra la oposición y su "entorno inoperante, condenados al ostracismo por sus amos de Moncloa", poniendo en valor su planificación y transparencia. Sacó pecho de sus ideales, destacando sus posiciones "determinantes y frontales": contra la Agenda 2030, los lobbys "que colectivizan como los LGTBI", "la ideología de género" y una "sectaria" ley de memoria histórica. Señala que luchan contra el "adoctrinamiento escolar", el "pancatalanismo" y que ha prevalecido la libertad. Destaca foros económicos impulsados, las licencias de taxi, las VTC, la creación de la concejalía de Familia, "la defensa de la vida contra el aborto", el bus a pedanías, el sistema Concilia, pisos para madres embarazadas solteras o el trabajo "con entidades provida despreciadas, que tienden más de 100 niños de 1 a 15 años con apoyo escolar, afecto y formación".
Destaca su gestión de la residencia de Altabix, que su formación no se reúne con "asociaciones que calumnian, sino con familiares directos y reales y con ellos trabajamos" en referencia a las críticas de Recova. Aseguró que el anterior gobierno no visitaba la residencia y que ella misma ha recibido "calumnias y ofensas", pero "solo me importa el juicio de Dios, el resto no me importa, sigan actuando de forma carroñera".
Por su parte, desde el Partido Popular intervino el portavoz Juan de Dios Navarro, destacando la participación de los distritos y que nadie les va a "imponer" ni repartir carnets de lo que está bien o mal. Destacó que Ruz había hablado 30 minutos tasados frente a los "340 minutos de Carlos González". Destacó que ellos hacen infraestructuras para todos, "no somos progresistas, sí queremos que Elche y sus gentes progresen, no como estos ocho años de desidia". Destacaba de nuevo medidas como el bus a pedanías, mantenimiento de huertos históricos, limpieza de barrancos, proyecto de Jayton, creación de plazas de aparcamiento, la inclusión de gente con discapacidad en plaza de funcionario, la futura construcción de viviendas para jóvenes...
Para acabar el primer turno, Ruz exhibió la misma línea que el día anterior. Una amplia enumeración tras 17 meses de gobierno, además de las medidas ya mencionadas, destacando las actuaciones en Carrús, el nivel de ejecución presupuestaria con las licitaciones en marcha, mantener la cruz de Germanías o la ejecución del plan turístico "que tenían sin llevar a cabo". Mostraba autocrítica tan solo por no haber licitado a tiempo el servicio de taxi compartido al campo. Sacó a relucir después el pufo de los Edusi con la pérdida para el pabellón adaptado o los casi 5 millones de euros de sentencias urbanísticas previas al bipartito. En tono jocoso decía que si él era "gastaoret", como le llaman desde el PSOE, el anterior bipartito era "de la cofradía del puño cerrado".
Defiende que han impulsado 177 licitaciones con 39 millones de euros adjudicados, y defiende que el protocolo por el Tram se iba a firmar 7 noviembre, pero llegó la dana y se canceló. También incoherencias a su juicio, como que Compromís pregunta por Clarisas pero defendió el proyecto hotelero o que a la exedil de Fiestas le modificaron el presupuesto para añadir un millón de euros más en la partida. También esgrime que ese estilo ornamental que critican es "subjetivo" y que cada cual tiene el suyo, y le decía a Rodil que no cayera en las provocaciones de la oposición, porque "nos buscan fisuras políticas porque no tienen donde rascar". En referencia a las palabras del PSOE.
Ya durante la segunda vuelta de los turnos de nuevo, Compromís aprovechó para proponer distintas medidas de servicios públicos, desde pedir un referéndum sobre el Hospital Vinalopó y su modelo, a un plan de renaturalización, corredores verdes, programas de formación para jóvenes, crear un Consejo LGTBIQ+, impulsar antirracismo en colegios, o rescatar el proyecto de regeneración de Carrús Este, entre muchos otros.
Héctor Díez desde el PSOE recriminaba a Ruz que contara "chascarrillos de patio de colegio" sobre comentarios internos de la oposición, y que criticaba la Edusi pero exhibía haber logrado la mayor financiación europea así como la de los Next Generation de la que se ha servido PP y Vox para los nuevos autobuses o carriles bici. Echa en falta más acuerdos y consensos, "no solo para hacerse la foto con nosotros como en el plan de empleo" y le pedía que "pensara en grande". Aludiendo a en su día la creación de Elche Parque Empresarial o recientemente intentar impulsar la Agencia Espacial Española. "Qué dejará Ruz, nada más allá de ornamentación, farolas y flores", reflexionaba.
Desde el gobierno, Navarro reprochaba que no hubieran dicho nada sobre agricultura o agua, o que Mazón si cumplió con Elche con "55 millones de la Diputación" y que le exigieran a Pedro Sánchez que invirtiera en la ciudad. Para acabar, Ruz defendía que qué referéndum se ha hecho de PSOE y Compromís en ocho años, que por qué piden modificar el Plan General si no lo hicieron en dos legislaturas, y que quedará como el alcalde y Ejecutivo que invirtió en Carrús. Le dijo a Héctor Díez que "no fuese tan serio y aburrido" y finalmente, exhibió que ese gasto en ornamentación significa "tener a la gente contenta, invertir en el comercio y la ciudad bonita".
En definitiva, salvo alguna excepción y propuesta nueva de la oposición o el anuncio del desbloqueo de viviendas en La Torreta, otro pleno más, aburrido, donde fue un más de lo mismo y otro "y tú más" que poco se diferenció de un pleno ordinario siendo un debate del estado de la ciudad. Como curiosidad, además de las interrupciones entre la oposición, el gobierno y la presidenta, una protagonizada por Carlos González, quejándose por la moderación del debate.