ALICANTE. El presupuesto del Ayuntamiento de Alicante para 2019, año electoral, se debatirá de manera irrevocable en los primeros compases del próximo ejercicio. El equipo de Gobierno, compuesto por 8 concejales del PP en una corporación de 29 ediles, tiene asumido ya que no llega a tiempo de poder elevar al pleno su propuesta de planificación económica antes de que se agote el año en curso y ya ha descartado toda posibilidad de exponerla para someterla a aprobación en la sesión ordinaria de diciembre, el día 20.
En ese aplazamiento forzoso influyen dos circunstancias concretas. La primera, que se quiere ser escrupuloso en el cumplimiento de la fase de información y de consultas previas para dar a conocer el contenido de la propuesta a las Juntas de Distrito y al Consejo Social de la Ciudad. Se trata de dos pasos en los que se centró buena parte de la controversia política durante la tramitación del presupuesto de 2018, cuando el PSOE se quedó sin sus aliados de Guanyar y Compromís. Ambos grupos exigieron al entonces alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, que diese cuenta de su propuesta en esos foros antes, incluso, de remitirlos a Madrid para someterlos a la supervisión del Ministerio de Hacienda.
Ahora, ese trámite de remisión al ministerio ya no será necesario. Como ha adelantado este diario, el departamento de María Jesús Montero ha certificado que el fin del plan de ajuste: el motivo por el que se imponía esa obligación de control previo.
Con todo, los populares pretenden poner todo su empeño en congratularse al menos con Guanyar y son conscientes de que la plataforma electoral que encabeza Esquerra Unida (EU) va a exigir que se informe a los vecinos sobre la planificación económica antes de que llegue a pleno.
Ahí vendría, precisamente, la segunda circunstancia clave sobre la cuestión: para que el nuevo presupuesto se apruebe, el PP necesita reunir más votos a favor que en contra, por lo que el papel de los cinco concejales de Guanyar va a resultar al menos tan o más determinante que el de los cinco representantes de Ciudadanos (Cs). Por lo pronto, los populares sólo han mantenido algún contacto informal con Cs sin que se haya garantizado ningún hipotético respaldo. Sin embargo, el PP sí ha abierto una suerte de negociación bilateral con Guanyar con motivo de la aprobación definitiva de la tercera modificación de crédito del presupuesto de este año. En esa fase, Guanyar se comprometió a no bloquear ese cambio contable para que se ejecutasen las obras planificadas desde las concejalías que asumieron durante su etapa al frente de la gestión municipal. Y arrancaron al PP el compromiso de que se incluirían otras obras pendientes en el proyecto del nuevo presupuesto de 2019.
Ese principio de acuerdo sigue vigente, de modo que el PP espera ahora a que Guanyar les presente un documento con la relación de proyectos prioritarios para abordar su posible inclusión en el presupuesto. Todo parece apuntar que ese documento de prioridades se presentará a través del registro municipal este viernes, 7 de diciembre. Si el PP asume ese documento de compromisos, todo parece indicar que Guanyar no bloqueará la aprobación del presupuesto. Puede que no vote a favor, pero no votará en contra, con la misma lógica con la línea que viene actuando desde su salida del tripartito a la hora de posicionarse sobre los proyectos que salieron de sus áreas de gestión. Como informando este diario, la política desplegada por el grupo que lidera Miguel Ángel Pavón se basa en el pragmatismo, de modo que trata de negociar acuerdos que permitan poner en marcha las iniciativas que se consideran razonables. Eso sí, sus representantes insistieron en señalar este miércoles que eso no implica que exista un acuerdo para sustentar al Gobierno del PP hasta el final de mandato.