el sur del sur / OPINIÓN

El nuevo debate en Elche 

6/06/2021 - 

La presentación del informe de la Universidad Miguel Hernández sobre el futuro Palacio de Congresos de Elche ha abierto no sólo el debate de la ubicación, sino también el del modelo de edificio que debe tener la tercera ciudad de la Comunitat Valenciana. Más allá de las ubicaciones, y su encaje urbanístico, en el que el estudio no ha estado del todo acertado, pues hay sitios en los que por mucha voluntad que se ponga, no se puede ejecutar el plan. Pero bueno, el estudio deja algunas conclusiones preeliminares que todos los agentes económicos y turísticos de la ciudad deberán abordar, más allá de que se garantice la inversión. Muy importante.

En primer lugar, el informe advierte que el futuro edificio va a tener un competidor duro: la ciudad de Alicante. Hay una fecha clave, el 30 de abril, que lo cambia todo. Ese día, el actual PP provincia filtra al diario Información que Alicante dispondrá de un nuevo edificio congresual en el puerto, y que para ello cuenta con el aval de la Autoridad Portuaria, el ayuntamiento y la diputación. El edificio se ubicará frente al mar, junto al nuevo edificio del Distrito Digital y al convertido Panoramis (ahora centro de oficinas). Legítimo, maravilloso y esperemos, como dije en un anterior artículo, que se haga.

Elche, a poco más de 20 kilómetros de la capital, espera que el informe de la UMH le indique cuál es la mejor ubicación dentro de la ciudad. El equipo de gobierno local, que comparten PSPV y Compromís, pero sobre todo, los socialistas insisten en la opción Carrús como mejor ubicación, deuda histórica con esa parte de la ciudad y como revulsivo para el barrio más grande. La ciudad lo viene reclamando desde hace tiempo, y su original propósito, el de tener un auditorio, cambia: ahora quiere un centro de congresos de 2.000 personas para dar respuesta a su actual centro, que ha quedado pequeño, y erigirse como destine del sector MICE. La idea cristaliza el 19 de septiembre de 2019, en una jornada en la que asisten las directoras de los centros de Benidorm, València y Málaga..

Desde entonces, y hasta ese 30 de abril, se han mantenido dos cosas: el propósito de la Diputación de Alicante por financiar esa infraestructura y la cabezonería del alcalde de Elche por ubicarlo en Carrús. Entre medias, la solicitud de un informe para buscar otras alternativas, con el que el titular de la institución provincial, Carlos Mazón, pretende recoger las demandas del sector empresarial y explorar otros emplazamientos.

Del 30 de abril, día en el que el PP de Alicante oficializa su apuesta, hasta el 31 de mayo, en el que la UMH hace públicas las mejores ubicaciones para el edificio ilicitano, ha pasado un mes. Pero ya nada vale. Al menos, para la ciudad de Elche. Hay un nuevo escenario: un competidor fuerte, la capital de la provincia, y un informe que propone alternativas inviables, de sobra conocidas. Pero sobre todo lo que falta es un nuevo estudio: qué edificio hacer en Elche para que sea complementario al de Alicante -así lo ha querido el orden administrativo- y si ese edificio debe servir de estímulo para el centro de la ciudad.

Es obvio: Elche no puede ofrecer lo mismo. A iguales condiciones, Alicante siempre ganará; ciudad término de AVE, con vistas al mar, oferta de ocio nocturno, etc... En ese caso, Elche sólo puede ir a un edificio diferente y, por lo tanto, a un estudio de mercado que le diga a qué puede optar. Por el sur hay otro competidor con similares características: Torrevieja tiene un edificio de 1.400 plazas. Si opta por el mismo modelo de Alicante, sólo podrá competir en precio, o en todo caso, mejores accesos si el edificio estuviera a pie de AVE, aeropuerto o estación de cercanías.

Y ya metidos dentro de este berenjenal, lo que parece es que la opción de Jayton pierde apoyos: el propio alcalde sabe que está solo y se abre a otras opciones. Las tres preferencias que muestra el informe de la UMH son, por este orden, el Parque Municipal, el actual Centro de Congresos y la zona de las fábricas de Ferrández. La primera parece descartada por temas de protección del Palmeral y el encaje urbanístico. Por tanto, el debate, ya no es ampliar el actual edificio, o irse a las fábricas de Ferrández (también parece muy difíciles de ejecutar), es darle una oportunidad al centro de la ciudad o intentar lograr la definitiva del campus universitario con la vila murada. Es decir, si el impacto lo notan los comercios y la hostelería de la ciudad, o queda alejado. Es el mismo debate que el del campus de la UMH: si hacen vida, o no. Pero para ello, primero hay que decidir qué modelo de palacio quiere, para atraer qué público y en qué condiciones, sabiendo las potencialidades de tus competidores. En función de qué, dónde. No dónde, y después qué.

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