ELCHE. El proyecto de renovación urbanística del barrio de San Antón contará en el futuro con un bloque que supondrá un cambio disruptor con respecto a la imagen de homogeneidad que representan los viejos bloque actuales. No solo con los antiguos, sino que también con los más recientes que se han construido, los bloques 1 y 2, y el tercero, actualmente al 15% de edificación. El cuarto bloque, que tendrá nueve plantas y 54 viviendas, bastante menos que los anteriores (74, 120 y 90 respectivamente), y con 6.100 metros cuadrados, ha sido diseñado por el despacho ilicitano Gea Arquitectos, que precisamente ha buscado diseñar un edificio que modernice la imagen del barrio y que en cierta forma sea la puerta de entrada visible desde Santa Pola, pues tendrá una fachada orientada a la (CV-865) y Travalón.
En ese sentido, el inmueble tiene un aspecto vanguardístico a partir de materiales más sencillos o económicos, de acuerdo al presupuesto que maneja Pimesa. De hecho, por eso tiene menos alturas. Con todo, con pequeñas intervenciones y formas que rompen con esos bloques a modo de colmena, “en cada planta pasa algo”, apuntan desde el despacho, como se ve en las imágenes con las diferentes fachadas y posición de los voladizos que presentan, en línea con otros edificios diseñados por la compañía.
Precisamente, esos voladizos y envolventes, son los que definen el carácter sostenible y de arquitectura bioclimática del inmueble. Los voladizos por ejemplo evitan que las ventanas reciban la misma cantidad de sol que las fachadas normales, porque generan más sombra. Esto a su vez afecta a las viviendas del interior, generando un mayor confort a nivel térmico. En cuanto a la parte interior del barrio, el nuevo bloque tendrá una especie de soportal, una fachada porticada
Asimismo, este hito arquitectónico en el barrio no será la única novedad importante en el Arru, puesto que se aprovechará para peatonalizar Calle Músico Pepico Vaello Fernández, la que está bajo la fachada interior que da al resto del barrio. Aparte de las 54 viviendas (36 de tres dormitorios y 18 de dos), el edificio tendrá dos plantas de aparcamiento subterráneo con 41 plazas y dos locales comerciales (de 159 y 67 metros cuadrados, respectivamente). Sobre el tamaño de las casas, estará entre 40 y 60m2, como indica el proyecto del Arru para todos los edificios que se han levantado y se seguirán levantando. Por ese tamaño equivalente al de las viejas viviendas que se entregarán al Ayuntamiento, es por lo que son casas de bajos precios (entre 15.000 y 23.000 euros). Lo que determina también el diseño del edificio, puesto que se tenía que ajustar al de vivienda pública que marca Pimesa.
Sobre otras cuestiones, el diseño aún no es el definitivo, puesto que ni siquiera es el proyecto básico, ahora Gea tienen un plazo de 40 días para presentarlo, en el que aprovecharán para hacer algunos cambios en la fachada, aunque en principio no relevantes. En cuanto a los plazos, este edificio forma parte del segundo convenio firmado con Genrealitat y Gobierno central para que lo financien. Aún no se conoce el presupuesto de construcción del proyecto de ejecución puesto que depende del diseño final, aunque Pimesa tiene una partida consignada para este efecto. En cuanto esté finalizado, empezará como con los dos primeros bloques, el proceso de sorteo para elegir vivienda (al que algunos se están sumando comprando casas antiguas, aunque quedando últimos en elegir).
En ese sentido, se prevé que cuando esté finalizado este inmueble y por ende la primera fase, se pueda proceder a la demolición al menos del primer bloque antiguo desalojado, pero habrá que esperar al menos hasta 2021 para ello. Conforme se vayan levantando nuevos edificios se irán derribando los antiguos. Mientras tanto, la empresa municipal está pendiente de formalizar protocolo con el AYuntameinto para permutar locales de forma que Pimesa se quede con locales comerciales bajo los edificios para comercializarlos.