En la fachada marítima, en lo que fue el ensanche de la ciudad, incluso en el extrarradio, buena parte de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Alicante fueron proyectados por él. Es impresionante su obra realizada tanto en el sector público como desde el privado. Son sobresalientes sus edificios, su fábrica y su nobleza, hasta tal punto que muchos de ellos forman parte de las señas de identidad de la capital alicantina desde aquellos años, promovidos por la burguesía y por los poderes públicos. Este es el extraordinario legado del arquitecto Juan Vidal Ramos (1888-1975). Se conocen sus obras, como el edificio Lamaignere, la Casa Carbonell, la terminación del Mercado Central, la Casa de Socorro, los edificios Sevilla, Mataix y Vigrana (en la plaza de Los Luceros, de los que sólo queda el primero), el Palacio de la Diputación de Alicante, la sede de la Caja de Ahorros del Sureste de España en la calle San Fernando, el Hospital Provincial... Un legado impresionante. Pero se conoce menos su perfil personal. Nada de lo suyo fue por casualidad, sino fruto de desarrollar su vocación, el empeño de formarse, e incluso su propio interés en poner en valor su talento. Vean.
Permitan que iniciemos su perfil desde el principio. Después de formarse como niño y como adolescente en su Alicante natal, partió a la ciudad Condal para formarse como hombre en una profesión por propia vocación. Durante la adolescencia mostró interés por las artes plásticas y el dibujo asistiendo en Alicante al taller de pintura de Lorenzo Pericás. También se interesó por la escritura de Gabriel Miró, a quien conoció personalmente. En Barcelona estudió en la Escuela de Arquitectura. Le dio clases Lluís Domenech y Montaner, conocido arquitecto catalán especializado en el estilo modernista. A su vez, conoció a Antonio Gaudí, como saben genial arquitecto, que dio lo mejor de su imaginación para enaltecer el estilo modernista a través de sus edificios como la Casa Milá o la iglesia de la Sagrada Familia. Vidal Ramos se impregnó de ese estilo arquitectónico tan particular cuya influencia luego se plasmaría en algunas de sus obras.
Con notas muy altas, Juan Vidal Ramos destacó en su formación por lo que terminada la carrera aceptó restaurar el Monasterio de Poblet dirigiendo a un numeroso grupo de arquitectos y personal del sector de la construcción para ese fin. Casi nada. Prometía, se le abrían grandes oportunidades para desarrollar su profesión y demostrar su talento en Barcelona. Pero decidió hacerlo en Alicante, iniciándose en el área de arquitectura del Ayuntamiento de la capital alicantina.
Las oportunidades y la confianza en sus capacidades llegaron pronto. Jose Lamaignere, destacado empresario, consignatario de buques y transporte de mercancías, le encargó construir un inmueble donde instalar la sede de sus negocios, además de su vivienda. Ubicada en la Explanada, aún podemos disfrutar de este inmueble. Terminado este edificio en 1918, le encargaron el de la sede de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad (posterior CAM) en la calle San Fernando, que hoy es una biblioteca y alberga despachos de la Universidad de Alicante.
Entre los años 1920-22 el Ayuntamiento de Alicante le solicita la reforma y modificación del paseo de la Rambla. En esa época es cuando construye el edificio Bergé, en la esquina de la avenida de Alfonso el Sabio con la calle Calderón (que ya no existe), la iglesia de San Juan Bautista de Benalúa y el estadio Bardín (al que mencioné en otro artículo en este periódico).
En 1923 lo nombraron arquitecto jefe de la Diputación de Alicante. Le encargan terminar el Mercado Central, cuyo proyecto se había iniciado en 1911. Trabajaba para el sector público como para el privado y en esos años planifica uno de los edificios más emblemáticos y bellos de la ciudad: la Casa Carbonell, terminada en 1924. Sobre este inmueble hay una leyenda urbana muy particular sobre los motivos de su edificación, el volumen y la altura de su construcción, que me comprometo a contarles en otro artículo. En este año proyectó la construcción del Central Cinema en la Rambla (hoy oficinas del Banco Sabadell). Entre el 1924-25 es cuando hizo la Casa de Socorro, edificio sanitario en la calle Zorrilla (actual Constitución), inaugurado dos años después. En 1926 proyecta el Cine Monumental Salón Moderno, que no sobrevivió a la piqueta urbanística por lo que hoy sólo podemos admirar su edificación en fotografías en blanco y negro. Ya ven que no paraba, era requerido por la burguesía local y por el poder político para que fuese su arquitecto.
Uno de los motivos de rememorar hoy a Juan Vidal Ramos fue después de asistir - a finales del año pasado - a la tertulia del Club La Terreta organizada por el catedrático Antonio Adsuar en el que Vidal Ramos fue el protagonista. En esa tertulia la ponente fue Blanca Gregori Soler que comentó su estudio “Aproximación y puesta en valor de la arquitectura de Juan Vidal Ramos. El Palacio Provincial de Alicante y el Hospital Provincial de Alicante”. Ya saben que el saber no ocupa lugar y todos los días aprendemos algo nuevo. Por esto asistí a ese encuentro tan interesante, con protocolo covid-19 por supuesto.
Seguimos mencionando algunas de las obras de Vidal Ramos. Así, el Hospital Provincial se proyectó en 1926 en una parcela de 20.000 m2 en el Plá del Bon Repós. Su ubicación fue - entonces - en medio de la huerta, solitario, sin colindantes. ¿Se lo imaginan, la enorme mole de esa construcción en aquella tierra baldía?. El edificio es de estilo academicista. La fachada principal tiene un pórtico central con la puerta de entrada, franqueada por dos torres y escalinata de acceso desde la calle. Desde aquí hay diez pabellones laterales con remate semicilíndrico. Con él se palió una necesidad sanitaria y otra social porque, además de la primera, se atendía también a enfermos sin recursos de las clases sociales más desfavorecidas de la sociedad. Fue inaugurado en 1931. Actualmente tiene otros usos no sanitarios, salvo dos pabellones aislados en su parte posterior que compró la Generalitat Valenciana en 1995 para habilitarlos como Centro de Salud (inaugurado en 1997). Hoy el Hospital Provincial es el MARQ, el Museo Arqueológico de la provincia de Alicante, en el que además se hacen exposiciones itinerantes como “La belleza del cuerpo. Arte y pensamiento en la Grecia Antigua” donde pudimos admirar al Discóbolo de Mirón, entre otras piezas, ó la de “Mayas, el enigma de las ciudades perdidas”, también muy interesante. En lo que entonces era la capilla, de estilo gótico, hoy es la biblioteca, digna de visita por sí misma.
En 1928 Vidal Ramos proyecta el Palacio de la Diputación de Alicante, cerca de la estación de trenes y de la plaza de los Luceros, por encargo de Pascual Mas y Mas, Presidente de la Diputación Provincial. Entonces este edificio también estaba casi solo en una parcela de unos 7.000 m2, incluso no tenía la valla perimetral que se hizo después. El edificio es de estilo clasicista. Con la mano de la arquitectura detallista y elegante de Juan Vidal Ramos. De grandes proporciones, tiene una superficie de 5.088 m2. La fachada principal tiene una decoración clásica y barroca. Se inauguró en 1932. La verja perimetral se construyó con posterioridad (1955-57), también proyectada por Vidal Ramos. Es de hierro fundido y sillería de “piedra de Campello”. En el interior de la parcela está la sede de la Diputación y un jardín donde se reconoce a alicantinos ilustres por medio de azulejos y bustos, además de ubicarse la “Fontana Lírica” en homenaje a los músicos.
Y hay más, también de otros años. Pero de nuestro invitado de hoy en estas líneas sólo he comentado lo relacionado con alguna de sus obras de principios del siglo XX. Alargarme mucho sería más propio de una tesis, quizá la antesala de un libro en toda regla que dejo que escriban los profesionales de arquitectura.
Ya ven que el legado de Juan Vidal Ramos es extraordinario, digno de elogio y de aplauso. Sus edificios más emblemáticos siguen en pie y ahí están para aprender con ellos la evolución urbanística de la ciudad de Alicante. En reconocimiento de su labor, la Diputación de Alicante otorga un Premio de Arquitectura anual que lleva el nombre de este singular arquitecto alicantino.