El edificio de cohousing de Elche será bioclimático y tendrá huertos urbanos en el tejado

ELCHE. Otra de las cuentas pendientes cuando se recupere la normalidad en la administración será la de rescatar los proyectos que tiene pendientes el medio municipal Pimesa. Entre ellos está seguir avanzando en el proyecto de renovación de San Antón, la construcción de Elche Campus Tecnológico o el edificio de cohousing senior que se tiene que levantar en la zona de Travalón. Para ello aún queda ya que al proyecto aún se le están dando varias pinceladas en lo que al diseño se refiere antes de que se pueda presentar el proyecto en público. Eso sí, algunas de sus características que tendrá estarán regidas por arquitectura bioclimática y otros criterios que cada vez empiezan a ganar más terreno en este ámbito.

El inmueble, que será de 70 viviendas y se ubicará en el mencionado sector E-5, además de mirar 'hacia afuera', como todos, sobre todo mirará 'hacia dentro', a la comunidad que vive en su interior. Para ello es clave su arquitectura, ya que vivirán personas en solitario y familias de diferente edad que tendrán que cohesionarse como comunidad para mantener una relación que vaya más allá de la habitual vida privada, para encontrar puntos comunes con el resto del vecindario. El edificio, que está siendo diseñado por el despacho Gea Arquitectos por 98.000 euros, se regirá por el bioclimatismo, para que el propio edificio fomente por sí mismo una ventilación interior para evitar por ejemplo las angustiosas temperaturas que el verano proyecta en la ciudad. Algo parecido a lo que han planteado para el nuevo bloque de San Antón que también han diseñado.

Algunas de sus características

Además de estos criterios, cada vez más habituales en proyectos inmobiliarios nuevos, entre esos espacios comunes para fomentar la cohesión de los inquilinos, habrá por ejemplo huertos urbanos en el tejado. También un gran atrio permeable o incluso zonas internas para barbacoa. En definitiva, un diseño que cuente con espacios comunes para el disfrute vecinal por todo el edificio, también en sus partes más altas, que además con el buen tiempo de la zona, es otro punto que explotar. 

Aparte de estos elementos más disruptores, se plantean otros espacios comunes más típicos como diferentes salas en las que poder charlar o trabajar. Además, al menos en la idea inicial se pretende que los locales de restauración que se instalen en los bajos tengan espacios para el vecindario. Todo un diseño que tiene que partir de las infografías y esbozos encargados por Pimesa a profesionales de estas actuaciones. En definitiva, las posibilidades que quiere ofrecer el futuro inmueble es un "óptimo marco de convivencia, un diseño participativo del proyecto, así como servicios y riqueza" según el informe. Para identificar estas necesidades se trabajó previamente con diez personas interesadas en la iniciativa, entre 52 y 72 años, personas solteras y familias con hijos. 

Con la paralización de la actividad, que también ha llegado a Pimesa, que tiene a parte de su plantilla con permisos retribuidos y a otra con teletrabajo, habrá que esperar primero a que se llegue al proyecto básico con el diseño definitivo. Después como con toda construcción, se tendrá que licitar el proyecto de ejecución para que esta iniciativa pionera a nivel autonómico por su carácter municipal sea una realidad.