ALICANTE. La firma ilicitana Salas y Sirvent, histórica destilería del conocido Cantueso Oro, ya tiene fecha para la primera junta de acreedores, que debe validar o rechazar el convenio presentado por la firma el pasado mes de febrero, tal como adelantó este periódico, y que se ha admitido a trámite este mismo mes. Salas y Sirvent pidió el concurso a finales de 2020, después de intentar una renegociación de su deuda bancaria unos meses antes, y asfixiada por la caída de las ventas debido al cierre hostelero por la pandemia.
Tras unos meses en los que la estrategia de la empresa ha dado varios giros, y un intento de venta a Licor 43 que se quedó en nada al pretender la firma murciana quedarse solo las marcas de la empresa, y no su unidad productiva, los propietarios de la histórica empresa ilicitana han apostado por sacar adelante un plan de viabilidad y garantizar la continuidad de la destilería. Los acreedores tendrán que dar su beneplácito en una junta convocada para el mes de enero.
Dicho plan, según fuentes judiciales, plantea un calendario de pagos a diez años, con los dos primeros de carencia, y una quita del 25% sobre la deuda total del concurso, que supera los 4 millones de euros. Entre los acreedores que deben dar el sí destacan Hacienda, que acumula un 30% del pasivo total, y varios bancos, que representan prácticamente el 70% restante, descontados algunos proveedores y clientes con deudas menos significativas. El hecho de que la mayoría del crédito esté en manos de la banca explica que la quita propuesta sea 'solo' del 25%, para facilitar su aprobación.
Los propietarios de Salas y Sirvent cuentan con el respaldo de la administración concursal a su propuesta de convenio, según las mismas fuentes, ya que la facturación de la empresa se ha recuperado tras la pandemia y, en estos momentos, estaría generando suficientes ingresos como para cumplir sus compromisos. En cualquier caso, aunque la voluntad de los propietarios es salvar la histórica destilería y mantener la actividad, tampoco cierran del todo la puerta a una posible venta de la unidad productiva.
Así al menos lo aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones, que indican que Salas y Sirvent ha mantenido contactos en los últimos meses con una empresa del sector radicada en Andalucía. Aunque dichos contactos no han desembocado en una propuesta formal de compra, esta no puede descartarse, ya que podría llegar al seno del concurso y, si colma las aspiraciones de los acreedores, obtendría el visto bueno del juzgado de lo Mercantil número 3 de Alicante, con sede en la ciudad de las palmeras.
Eso sí, dicha oferta debe incluir la adquisición de la fábrica y el personal de Elche, y no solo las marcas de las bebidas que produce la empresa (como pretendía Licor 43), para obtener el visto bueno de la concursada. Los contactos, según las mismas fuentes, quedaron en punto muerto hace unos meses y, aunque la negociación no se ha roto, tampoco ha habido avances desde entonces.
Cabe tener en cuenta que la negociación es compleja, dado que parte de la familia quiere seguir con el negocio, pero otra no. No hay que olvidar que la empresa tiene ochenta años de vida y quienes están ahora al frente son miembros de la tercera generación, muy extensa, lo que complica los acuerdos. De las tres firmas que componen el grupo, la que tiene los derechos de la marca comercial, Newsasi, es la única que no está en concurso de acreedores, por lo que sea cual sea el devenir del proceso, la marca Cantueso Oro y el resto estarían, en principio, a salvo.