ALICANTE. El debate plenario reclamado por el PP para tratar sobre la crisis de gobernabilidad desatada en el Ayuntamiento de Alicante tras la ruptura del tripartito ya tiene fecha oficiosa: se celebrará el día 30 de noviembre, según confirmaron este lunes fuentes de Alcaldía. La sesión no está todavía convocada de manera formal pero la intención del acalde, el socialista Gabriel Echávarri, es que ese pleno de carácter extraordinario se celebre justo el mismo día en el que se celebra el ordinario correspondiente al mes de noviembre, ese mismo jueves 30. Según las fuentes consultadas, la sesión solicitada por el PP se iniciará cuando finalice el pleno ordinario: o lo que es lo mismo, nunca antes de las 13:30 horas.
Con esa maniobra se cumple estrictamente el plazo de quince días hábiles que marca la Ley de Bases de Régimen Local para los supuestos en los que se produce una solicitud de convocatoria de pleno extraordinario firmada por la cuarta parte de los miembros de la corporación, como sucedió el pasado miércoles. Como establece el artículo 46.2.a) de esa misma norma, en el caso de que el alcalde no convocase ese pleno de manera voluntaria, la sesión quedaría convocada de forma automática por el secretario municipal diez días después de que expirasen esos quince días previos.
Ahora bien, en esa norma sólo se habla de plazos límite: es decir, la convocatoria podría acordarse cualquier otro día antes de esa fecha. De ahí que el portavoz municipal del PP, Luis Barcala, apuntase este lunes que todo parece indicar que "el primer edil quiere que el debate no se celebre por agotamiento, pero que no se preocupe que el debate se celebrará". La justificación que se facilitó desde Alcaldía para la elección de esa fecha es que, de ese modo, "se pierde menos tiempo y se pueden dedicar los esfuerzos a trabajar en los asuntos que realmente preocupan a los ciudadanos".
La convocatoria de esa sesión extraordinaria podría convertirse en un sustituto no oficial del debate sobre el estado de la ciudad que el equipo de Gobierno se comprometió a celebrar con una periodicidad anual tras las municipales de 2015. Como publicó Alicante Plaza, el desarrollo de esa sesión se había llegado a barajar inicialmente en dos fechas: el 6 y el 16 de noviembre. Sin embargo, las dos acabaron descartándose por problemas de agenda y todavía no existe ninguna certeza de que ese debate se vaya a celebrar tras la ruptura del equipo de Gobierno y el desarrollo de las dos investigaciones que afectan al primer edil: la relacionada con el supuesto de fraccionamiento de contratos de la Concejalía de Comercio y la que tiene que ver con el despido de una funcionaria interina, familiar del portavoz municipal del PP, Luis Barcala.
Por lo pronto, el primer pleno en el que se escenificará la ruptura del tripartito (tras la salida de Compromís, el pasado miércoles, 8; y la de Guanyar, que se materializará justo una semana después, este miércoles 15); se desarrollará este jueves. Se trata de una sesión extraordinaria en la que se debe aprobar la cuarta modificación de crédito del presupuesto de 2017, por un importe de más de 481.731 euros que, según la Concejalía de Hacienda, irá destinada a cubrir las demandas y necesidades de los vecinos planteadas en las Juntas de Distrito. Esa propuesta quedó aprobada en la Junta de Gobierno del pasado viernes, en la que también se acordó la prórroga del contrato de la Plaza de Toros, sin el apoyo de Guanyar. La modificación de crédito también fue dictaminada favorablemente en la comisión de Hacienda este lunes, con el respaldo de PSOE, Compromís y Ciudadanos. Guanyar, por su parte, se posicionó junto al PP y optó por abstenerse con el mismo argumento que se esgrimió el viernes: la modificación de crédito debería haber incluido el complemento de los salarios para los jóvenes contratados en el Ayuntamiento a través del programa Avalem.