ALICANTE. Las circunstancias vitales de los empresarios tienen mucho que decir en el devenir de las empresas que ponen en marcha. Y el de Pingvalue, la startup alicantina de origen belga que se instaló hace dos años en el Parque Empresarial de la UMH para investigar sobre la aplicación del Big Data al comercio local, ha terminado de la peor manera posible. La empresa ha pasado de ser la gran promesa de su sector y maravillar con sus soluciones para que el retail conociese mejor a sus clientes, a desaparecer junto con su creador, Luciano Scatorchia.
El impulsor de la empresa, que fundó en 2014 con ayuda de un inversor radicado en Luxemburgo y que en 2016 trasladó a España, falleció hace pocos días de cáncer. No obstante, hace ya varios meses que su enfermedad provocó que Pingvalue perdiese la confianza del fondo de inversión, según fuentes próximas consultadas por este diario. En 2017, Pingvalue Spain había recibido una inyección de 300.000 euros en forma de aumento de capital, pero al trascender la enfermedad de su fundador, el inversor se retiró.
La empresa, que en España tenía como director general a José Vuelta, se ha declarado en concurso de acreedores esta misma semana, según el anuncio publicado en el BOE. El concurso ha recaído en el juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante, porque el pasado mes de septiembre la firma, instalada en el Parque Científico de la UMH, trasladó su sede social a un domicilio particular en la capital alicantina. En la empresa trabajaban unos treinta ingenieros, a los que según las citadas fuentes se ha ofrecido las mejores condiciones posibles en los despidos por cese de actividad.
Hace dos años, tal como contó este diario, Pingvalue obtuvo una subvención de 200.000 euros del Ministerio de Economía, a través del ICEX-Invest in Spain, para financiar sus investigaciones. Tres meses antes, LAR España había galardonado con uno de sus premios Wonderful su proyecto para aplicar el Big Data al comercio. Y la firma se preparaba para lanzar una operación de financiación con criptomonedas. En esas fechas, además, entraba como patrono de la Fundación Empresa Universidad de Alicante (Fundeun).
La idea de Pingvalue, que llegó a Elche de la mano de otra de las firmas locales, BranchCreation (especializada en apoyar la implantación de firmas extranjeras en la zona), era utilizar el Big Data para que los comercios conociesen mejor los hábitos de sus clientes. A través de una plataforma de software online y app móvil, conectaba al vendedor y los clientes de centros comerciales, de forma que podían interactuar de forma personalizada. De este modo, perseguía acercar el mundo digital al mundo físico, al integrar un sistema de fidelización y gestión sencilla de campañas de marketing y ventas.
Pingvalue tenía como objetivo (según un comunicado remitido por la UMH cuando captó la subvención del Ministerio) la creación de seis ecosistemas abiertos de innovación continua o Living Labs en Alicante, Elche, València, Mallorca, Madrid, Castellón y Murcia, para alcanzar una población potencial de 16 millones de ciudadanos residentes y más de 25 millones de visitantes extranjeros.