ALICANTE. El Distrito Digital, proyecto impulsado por la Generalitat Valenciana a través de la Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV) para promover el cambio de modelo productivo hacia la economía digital, cumple tres años obligado a reinventarse. De ser un concepto tractor arropado por unas cuantas políticas de incentivos para atraer el perfil de empresa deseado, el Distrito Digital mutó rápidamente en un gestor de coworkings, algo que nunca quiso (ni debió) ser, con los incentivos además puestos en duda por las sucesivas auditorías de la Sindicatura de Comptes y la Intervención de la Generalitat.
Lo cierto es que el Distrito Digital es aún hoy más físico de lo que debería, y es consciente de ello. Pese a que Proyectos Temáticos ha intentado ir soltando el cabo con el fichaje de empresas como Business World Alicante para liderar el equipo de apoyo a las startups, o la catalana Península como gestora del espacio (con el alicantino Ezequiel Sánchez, que perdió la licitación con su empresa, como director 'repescado'), el peso de SPTCV en el proyecto, y sobre todo, en su vertiente física, sigue siendo preponderante. Una circunstancia que ya ha motivado recelos en el sector privado, y algún toque de atención al despacho de Presidencia.
El problema, según han hecho ver a la Generalitat y a SPTCV distintas voces, es que si Distrito Digital no cambia su concepto, corre el riesgo de convertirse en 'Ciudad de la Luz bis'. En cuanto una empresa privada se sienta agraviada por la competencia (con dinero público) que le supone el proyecto del Consell, una denuncia ante la Comisión Europea podría echar por tierra el intento de recuperar el entorno de los fallidos estudios de cine, cerrados precisamente porque adulteraban el libre mercado de la producción de cine. Las ayudas de minimis ya pusieron sobre alerta al sector, pero lo que realmente puede suponer un problema es que Distrito Digital ofrece, más económicos, los mismos servicios que los coworkings privados.
Curiosamente, según ha podido saber Alicante Plaza, una de las empresas que ha contribuido a abrir los ojos de la Generalitat ha sido Accenture, usuaria de uno de los espacios del Distrito Digital y que compite directamente con otras grandes firmas que ya estaban en Alicante y que no han recurrido a las instalaciones propiedad del Gobierno valenciano. El expresidente de la multinacional tecnológica en España, Juan Pedro Moreno, ha sido una de las personas clave para que SPTCV decida que ha llegado el momento de alejarse del ladrillo y situarse en el plano de las ideas. También la CEV ha hecho fuerza en este sentido, así como algunos propietarios de coworkings en la Comunitat.
Así, el modelo hacia el que camina Distrito Digital es el de liderar la estrategia de captación de empresas y talento digital, alejándose de la gestión de espacios para no entrar en competencia con el sector privado. De hecho, una de las fórmulas que se baraja es la de licitar la gestión de sus edificios, de forma similar a como administra sus concesiones el puerto de Alicante: un operador privado que paga un canon anual a la Administración y que, de puertas para adentro, es soberano para ofrecer los servicios que considere y cobrar por ellos la tarifa que crea oportuna. Algo que podría aplicarse en el nuevo edificio del puerto, que se levanta junto a Panoramis (reconvertido precisamente en centro de empresas), y a los que ya operan en estos momentos.
Otra fórmula es derivar empresas que quieran formar parte del Distrito Digital hacia espacios privados, dado que Proyectos Temáticos ya tiene distintos convenios de colaboración con la mayoría de ellos. Es decir, actuar como prescriptor para que esas empresas vengan a Alicante, pero sin ofrecerse como casero. La primera parte de la estrategia ya la aplica desde hace tiempo el Distrito: es habitual su presencia en foros internacionales donde puede 'vender' Alicante, y tras la pandemia ha abierto una nueva línea de trabajo en busca de nómadas digitales. Solo falta tomar distancia de la vertiente inmobiliaria del negocio.
De esta forma, cediendo la gestión de los espacios (y los precios) al sector privado, y tras haber incorporado cada vez más empresas especialistas a la coordinación del día a día del proyecto, Distrito Digital reforzará su papel en la estrategia y la dirección de las líneas maestras del proyecto para seguir potenciando la digitalización de la economía de la Comunitat Valenciana. Centrarse más en la atracción de firmas que en alojarlas; volviendo al ejemplo de Ciudad de la Luz: ser como una film office que atraía rodajes y no como unos estudios que terminaron considerándose competencia desleal al albergarlos.