Proyecto para instalación de paneles fotovoltaicos en la Casa de Cultura de Cox. Foto: APALICANTE. De los 27 municipios que componen la comarca de la Vega Baja, tres se presentaron a la convocatoria de ayudas a municipios de la Comunitat Valenciana para potenciar proyectos de lucha contra el cambio climático por la Conselleria de Agricultura, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Almoradí, Daya Nueva y Cox fueron los municipios de la comarca que se presentaron. De éstos solo Cox ha cumplido con las bases para que se le conceda la ayuda. La Conselleria ha concedido ayudas a 53 municipios de toda la Comunitat que suma un total de 2,7 millones de euros.
Cox recibirá 16.462 euros por el proyecto presentado, esto es el 50% de lo presupuestado por la concejalía de Urbanismo y Medio Ambiente, 32.924 euros. Este proyecto consiste en la instalación de 48 paneles fotovoltaicos en la cubierta del edificio público Casa de Cultura. Éste alberga la biblioteca, aulas para formación, colectivos y asociaciones, y un salón de actos destinado a presentaciones y charlas. Con la instalación de este sistema de energía limpia se contará con una energía anual total de 27.265 kwh y una potencia total de 19.200 kw. Según las fuentes empleadas para la elaboración del proyecto, la instalación fotovoltaica evita al año la emisión de 21.615 kg de dióxido de carbano equivalente (unidad que aúna a los distintos gases de efecto invernadero). En la vida útil de la instalación de 25 años, los gases contaminantes que dejarían de emitirse ascendería a 485.941 kg CO2e, según UK Greenhouse gases. Los 48 paneles fotovoltaicos se instalarán en la cubierta del edificio y ocupará 96 m2.
La edil de Urbanismo y Medio Ambiente, Inmaculada Martínez señala que "es el primer paso para un consumo más sostenible con el que además se propiciará un ahorro energético". Enfatiza que desde el primer día el equipo de gobierno se ha "alineado" con las acciones frente al cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. "En nuestra hoja de ruta está presentarnos y solicitar toda subvención y ayuda para potenciar proyectos de lucha contra el cambio climático". En el plano económico, el periodo de recuperación de la inversión, según muestra el proyecto, sería de tres años.
No es el primer sistema de consumo o fuente de energía renovable que instala el Ayuntamiento de Cox. En 2009 instalaron energía solar térmica para la producción de agua caliente sanitaria en el pabellón municipal Príncipe de Asturias. También en este espacio implantaron una instalación de energía solar térmica para el calentamiento del vaso de una piscina. En 2014 sustituyeron 105 luminarias del alumbrado público por otras sostenibles, un cambio que ha supuesto un ahorro energético anual de 63.627,84 kWh/año, un ahorro del 76,55%. En 2015 aumentaron la eficiencia energética con la susitución de 2017 luminarias del alumbrado público y 50 de semáforos. El ahorro energético en estas últimas ha sido del 86,82%.
En esa línea de buscar la eficiencia energética como mecanismo para impedir que las consecuencias del cambio climático se agraven, Cox cuenta con más proyectos. Ya disponen de la redacción de un proyecto para la instalación de paneles fotovoltaicos en la cubierta del Ayuntamiento y el cambio de ventanas con las que alcanzar la eficiencia energética. Están a la espera de recibir una subvención para ejecutar el proyecto. En los últimos días han recibido una ayuda de 27.400 euros de la Diputación de Alicante para la compra de un camión 100% eléctrico y con una autonomía superior a los 100 km.
Los expertos y científicos vienen anunciando desde hace años sobre la llegada del cambio climático y sus graves consecuencias, e insisten en adoptar medidas drásticas y urgentes para mitigar en la medida de lo posible esas consecuencias. Los expertos se inciden en la importancia de tomar medidas sobre las fuentes de contaminación y emisión de gases de efectos, pero también sobre la gran importancia de los mecanismos que hay para captar el carbono. Uno de estos protagoniza a la Vega Baja, la agricultura. La directora del Área Ambiental de la UMH, Fuensanta García, insiste en la importancia de la protección del suelo agrícola, ya que éste es un sumidero de carbono, por lo que cuentan con gran capacidad de almacenar CO2. Pero su funcionalidad dependerá de las prácticas empleadas. "Cuanto más sostenible sea la incorporación de toda materia orgánica cada año, del mantenimiento de la cobertura vegetal, de reincorporación de restos del cultivo, esos suelos tienen mayor capacidad de secuestro del carbono". Añade que si el suelo se labra continuamente y se mantiene con fertilización inorgánica, el suelo pierde calidad y la función de capturar carbono.
