BENIDORM. La Lavandería Industrial Doble Amor de Benidorm, LIDA, echa el cierre para siempre. El concurso de acreedores ha terminado con la maquinaria vendida para pagar la deuda que le provocó la suspensión de pagos. La comarca de la Marina Baixa se queda sin el centro de trabajo para personas con discapacidad intelectual que les permitió mantener un mercado laboral estable durante 40 años. Ahora, estos empleados están inmersos en un proceso de negociación con la sociedad habilitada que gestionaba el centro.
El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante ha archivado el concurso una vez ha liquidado la deuda con la venta de los bienes, es decir, la maquinaria de la lavandería, según explican a este diario fuentes del centro Doble Amor. De este modo, se ha acordado la extinción como personalidad jurídica y la cancelación de su inscripción en los Registros Públicos.
Como ya contara Alicante Plaza hace dos años, la lavandería sufrió los efectos de la pandemia por su fuerte dependencia de los hoteles. El confinamiento y la posterior movilidad restringida ocasionó el cierre de muchos alojamientos. No solo eso, sino que se dispararon los costes por la guerra de Ucrania. Hay que tener en cuenta que la maquinaria funcionaba con gas natural de la caldera, tanto las lavadoras, secadoras y blanqueadoras. Como consecuencia, aprobaron un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y terminó cerrando sus puertas tras iniciarse el concurso de acreedores en 2022.
El pasado 17 de septiembre el magistrado archivó el concurso, tras más de dos años desde que comenzó y en el que el centro no ha podido salvar la lavandería para continuar su actividad. La venta de la maquinaria ha sido la opción para poder hacer frente a la deuda de más de 100.000 euros que contrajeron con Fogasa, la Agencia Tributaria, Suma, Banco Sabadell y la Seguridad Social, según figura en el auto al que ha tenido acceso este diario.
Contaban con 33 trabajadores, algunos de ellos con una antigüedad de 30 y 40 años, según explican fuentes del mismo, que aseguran que en lo que ha durado el procedimiento concursal, han intentando encontrarles trabajo en otras empresas. Ahora, están negociando con los empleados para tratar de llegar a un acuerdo antes de los juicios: han sido demandados por despido improcedente. Entre otros asuntos, porque entenderían que con el cierre tendrían que haber sido recolocados en la empresa.
En conversaciones con Alicante Plaza, fuentes del centro Doble Amor lamentaron el cierre de la lavandería, recordando su creación hace más de cuarenta años con seis trabajadores "para mantener puestos de trabajo fuera del mercado del circuito laboral" donde lo tienen más difícil. En este sentido, explicaron que en agosto podían tratar entre 8.000 y 10.000 kilos de ropa al día con 33 trabajadores. Algo que en una lavandería industrial necesitarían 10 empleados, según sus cálculos. Así, explicaron que la asociación no se plantea a día de hoy retomar la actividad, ya solo el coste de la maquinaria es inasumible para ellos.
