El edificio del antiguo Hotel Palas, propiedad de la Cámara de Comercio.ALICANTE. La maniobra activada por el Ayuntamiento de Alicante con el encargo de un informe de tasación para tantear la posible compra del antiguo Hotel Palas encuentra, como mínimo, cierto grado de acomodo. La Cámara de Comercio se abre a estudiar la posible venta del inmueble en el supuesto de que acabe registrándose una posible oferta, de la que -eso sí- todavía no se tiene constancia, según precisaron fuentes de la entidad cameral consultadas por Alicante Plaza.
En esta línea, las mismas fuentes indicaron que, en la hipótesis de que acabe formulándose una propuesta concreta de adquisición, se someterá al correspondiente análisis y se aceptará o se rechazará, en función de cuáles sean los términos y condiciones de ese planteamiento y de si la operación acaba resultando de interés para la Cámara. En ese supuesto, se debería recabar la preceptiva autorización a la Generalitat, toda vez que es la administración que ejerce la tutela efectiva sobre la entidad cameral. Entre tanto, el edificio seguirá sujeto al acuerdo de arrendamiento alcanzado con el propio Ayuntamiento hace una década, que debe ser sustituido ahora por otro de al menos un año adicional mas, con motivo del vencimiento del contrato suscrito en 2013, que ya resulta improrrogable.
En virtud de ese acuerdo de arrendamiento original, el Ayuntamiento ha destinado una suma global próxima a los 5,5 millones para que el inmueble pudiese albergar la sede de varias dependencias municipales. Entre ellas, el Registro General, el Servicio de Atención e Información a la Ciudadanía (SAIC) y las concejalías de Medio Ambiente, Comercio y Turismo, entre otros servicios.
Se trata de una suma que se aproxima al precio por el que el inmueble pasó a manos de la Cámara, en 2003. En ese momento, la entidad cameral lo adquirió a una sociedad propiedad del empresario Antonio Solana y de un grupo inmobiliario de Benidorm por 6,7 millones. La operación se desarrolló gracias a la aportación realizada por la Generalitat Valenciana, ya que, de hecho, fue la administración que sufragó ese importe, mientras que la Cámara se comprometía a asumir las obras de rehabilitación por un precio similar, de otros 6 millones.
Por último, el Ayuntamiento también formó parte del acuerdo con una aportación de 3 millones por la compra del edificio en el que se ubicaba la sede de la Cámara hasta entonces: el inmueble situado entre la calle San Fernando y la Plaza del Ayuntamiento, junto a las dependencias de la Audiencia Provincial, que hoy también acoge oficinas municipales como sede de la Concejalía de Urbanismo.
Sin embargo, la complejidad de los trabajos de rehabilitación y reconversión del edificio, a partir del proyecto trazado por el arquitecto Juan Antonio García Solera, acabaron elevando la inversión para su puesta en marcha hasta los 20 millones, 11 de los cuales acabaron siendo sufragados por la Generalitat. Finalmente, tras superar varias vicisitudes, las obras se completaron a finales de 2011. Y dos años después, el edificio pasó a quedar ocupado por el Ayuntamiento en régimen de alquiler.
Ahora, está por ver cuál puede ser el valor que se acabe confiriendo al inmueble en el nuevo informe de tasación encomendado ahora a la Concejalía de Urbanismo toda vez que en la actualidad se trata de un inmueble en perfecto estado de uso. Con todo, lo cierto es que, según fuentes consultadas, ya se habría manejado hasta dos estudios municipales previos en el margen de los últimos cinco años con el mismo propósito: sondear una posible compra que no llegó a materializarse.
