Domingo de Ramos / PEPE OLIVARESELCHE. Aún quedan dos meses para la primera gran celebración en la ciudad, el Domingo de Ramos, Fiesta de Interés Turístico Internacional, que como tantos otros eventos, lleva dos años sin celebrarse por la pandemia de la covid-19. Después de los reveses que han sufrido todas las celebraciones, con una pandemia que ha sorprendido en cada ola, rige la cautela, pero en silencio, el equipo de gobierno empieza a trabajar con cierta normalidad de cara al próximo 10 de abril. Por lo pronto, ya se empieza a trabajar en la venta de palma blanca para este año y se contempla como plausible la fecha de la procesión.
Hasta el próximo 17 de marzo las familias que trabajan la palma ya pueden solicitar los puntos de venta, en la Plaça Baix (con hasta 26 puestos, donde más), en la Plaza Madrid, Plaza Barcelona, San José, Plaza Altabix (plaza Conde Casas Rojas), Torrellano, El Altet y la Oficina de Turismo. En total, 72 puestos habilitados para la venta, que tendrá lugar los días 8, 9 y el 10 de abril, de 9:00 a 21:00 horas. Eso sí, en el mercadillo del Altet se ejercerá la venta el jueves y en el de de Torrellano el viernes, durante el horario de funcionamiento del mismo y en la Oficina de Turismo la venta se ejercerá únicamente el Domingo de Ramos, día 10 de abril, desde las 9:00 a 13:00 horas.
Es decir, que se trabaja en un escenario para la celebración de la procesión; lo cual no significa que pudiera acabar cancelándose como ha pasado a días de otros eventos. En todo caso, los propios puestos deberán mantener el distanciamiento interpersonal, las medidas de higiene de las manos, y el uso de mascarillas. Medidas que presumiblemente podrían aplicarse para el propio 10 de abril, aunque es pronto. Por el momento, desde el gremio de productores y artesanos de la palma blanca, Paqui Serrano señala que no se ha negado nada y los preparativos tienen cierta normalidad. Eso sí, después de dos años de pérdidas, con constantes problemas por no poder colocar las palmas o acudir a préstamos como los del IVF, esgrime que "aguantamos, aunque con carencias, porque que una campaña no salga siempre lastra". Con todo, reconoce que las líneas de ayudas que han recibido han favorecido esta supervivencia.
Por lo pronto, hace escasos días la conselleria de Sanitat aprobaba los ensayos de Semana Santa, que empezarán en las próximas fechas en el caso de que se autoricen los distintos pasos y celebraciones. Eso sí, en el caso ilicitano se aplicarán distintas medidas como pasaporte covid y mascarilla, además del favorecimiento de la ventilación bajo los tronos. Pequeños movimientos hacia adelante que hacen pensar en que la pandemia queda atrás, junto con la suspensión de las fiestas con las que el propio Ayuntamiento también ha dado hasta hace poco bandazos con contradicciones al suspender pequeñas procesiones de barrio y autorizar otro tipo de marchas o eventos de grandes aglomeraciones. Ahora, con una tendencia de contagios claramente a la baja y unos hospitales que se van vaciando de ingresados e intervenidos tras varias semanas de continuos decesos, todo hace presagiar que vuelven las fechas de grandes manifestaciones populares. El primer hito, un Domingo de Ramos para el que ya se engrasa la maquinaria.
