ELCHE. Aunque son la hostelería y el comercio los subsectores de la economía de los que más se está hablando estos días a nivel municipal, la paralización de la economía ha afectado a todos, grandes y pequeños. Y entre estos últimos se encuentra también el gremio de productores y artesanos de la palma blanca, un grupo con poco impacto económico en la economía local, pero con un elevado valor cultural y tradicional como pocos por las raíces que les unen con la historia de la ciudad. Han tenido unas pérdidas de 1,3 millones de euros y han solicitado ayudas a la Diputación y al Ayuntamiento para garantizar el Domingo de Ramos de los próximos años, que podría estar en riesgo si no remontan ahora por el impacto del coronavirus.
Su portavoz Paqui Serrano explica que según los cálculos que manejan, "con una ayuda de unos 260.000 euros podríamos salvar la campaña de este año y salir un poco adelante". Eso sí, la inversión en balde, al menos en parte, realizada para la campaña de 2020 ha sido de 1,3 millones de euros en la producción al no poder vender miles de palmas para este Domingo de Ramos. Sin contar el beneficio que han perdido por las ventas que no han tenido lugar. También señala que intentarán utilizar las palmas preparadas sin vender para la campaña de 2021.
"Esas palmas intentaremos venderlas para 2021, pero habrán pérdidas por excedentes de otros años", ya que siempre sobra alguna parte. De momento calculan que al menos el 30% de las que tenían para este año no se podrán utilizar, a lo que hay que sumar el coste energético de las cámaras en las que se guardan. Serrano apunta que con las siguientes fases del desconfinamiento mucha gente empezará a vender, "pero nosotros tenemos que esperar al Domingo de Ramos de 2021... Lo estamos pasando verdaderamente mal", aunque matiza que unos más que otros, porque no todos dedican toda la producción a este día.
Asimismo, podría darse la paradoja de que peligrara más la campaña de 2022 que la de 2021, ya que las palmeras se atan —con el encaperuzado pierden el color— antes de la venta de cada año, por lo que podría ser factible tener para 2021, "porque tenemos palmeras atadas", apunta, a lo que habría que sumar las palmas en buenas condiciones sin usar de este año. "Hemos invertido importante capital de la campaña siguiente para que dé tiempo a que la palma se desarrolle", añade la portavoz, que explica que habría que empezar a atar a final de este curso las que se utilicen en 2022, pero será difícil si no disponen de liquidez.
Con todo, el Ayuntamiento, que les ha confirmado que les apoyará, ha contemplado la posibilidad de organizar algún evento más adelante para poder dar salida a su producto. Algo que Serrano indica que sobre todo es interesante para los artesanos, que atan pocas palmeras o compran a los productores y las comercializan a sobre todo a nivel local o regional. En cambio, los productores, la parte del gremio a la que pertenece, venden más a nivel local o nacional, por eso al anularse la Semana Santa en todo el país, "que se lleva el grueso de la producción", ha causado estragos. En total son 10 familias las que se encargan de la palma blanca.
Por su parte, Serrano, que indica que la Diputación también les ha dicho que les apoyará, explica que están tanteando préstamos "interesantes" por sus condiciones como los del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). Eso sí, a las administraciones públicas, aunque entienden que son pocos y hace falta un esfuerzo en muchos ámbitos, afirman que son "embajadores de la ciudad a nivel nacional e internacional", dice la portavoz. "Es el valor en el que queremos hacer hincapié, si esto desaparece, desaparece una baza muy importante de la ciudad", aunque entienden que económicamente no son relevantes por el escaso impacto en la ciudad.