ALICANTE. La alianza entablada entre Carrefour Property y Custom Suites para convertir el actual centro comercial Puerta de Alicante en un complejo mixto, que admitirá la implantación de empresas junto a establecimientos del retail convencional, locales de restauración y espacios dedicados a la prestación de servicios, marca ahora la hoja de ruta definitiva de la transformación física del edificio, mientras avanza en la comercialización de sus espacios.
Las dos compañías promotoras del redenominado como Puerta de Alicante Work City pretenden completar ese proceso de renovación de las galerías comerciales en un plazo de doce meses que comenzará a contar desde el inicio de las obras, en un proceso que quedará secuenciado en varias fases, y que garantizará la continuidad de su funcionamiento. Es decir, sin que resulte necesario promover el cierre del hipermercado de Carrefour -la auténtica locomotora del complejo hasta ahora- ni de ninguno de sus locales comerciales activos, más allá de que puedan producirse afecciones puntuales.
La realización de esos trabajos queda pendiente de que se conceda la licencia de obra y actividad, en la que se incluye la adaptación de su uso actual para que resulte compatible la instalación de oficinas, como informó este diario. Esa solicitud de licencia ya está en trámite de estudio por parte de la Concejalía de Urbanismo, después de que, el pasado noviembre, se aportase la última documentación requerida, en lo que ha supuesto un retraso respecto a los planes iniciales para el comienzo de los trabajos que se habían anticipado hasta ahora. Por lo pronto, la petición de permiso sobre esa reestructuración parcial del inmueble y de modificación de actividad quede ahora expuesta al público, lo que permite profundizar en el detalle de la reconfiguración propuesta.
De acuerdo con ese proyecto, trazado por Cimbra Arquitectos, la renovación del edificio planteada trata de profundizar en la mejora de su accesibilidad hasta el punto de plantear el desarrollo de un nuevo punto de comunicación con su planta segunda, mediante la instalación de un nuevo cuerpo de ascensores para favorecer los desplazamientos internos. Con ello, se pretendería dar una salida a uno de los aspectos pendientes de potenciar que se habría identificado en su distribución actual, de forma que se mejore la conexión del área comercial, en planta primera, con la zona de restauración y ocio, en planta segunda, desde el mismo acceso principal del edificio.
Así, se proyecta la instalación de dos elevadores más que comuniquen en ese punto la planta sótano, baja, primera y segunda que mejoren la accesibilidad en la conexión entre plantas, así como una escalera manual que conecte la planta primera y la segunda. Para ello, resultará necesario eliminar uno de los locales actuales de la planta segunda.
Además, el proyecto comprende la diferenciación de usos desde el mismo diseño de la distribución de espacios. De este modo, se prevé sectorizar la zona reservada a la instalación de sedes empresariales, con una separación física específica (mediante la instalación de tabiquería y elementos de mobiliario) respecto al resto del complejo. En concreto, ese nuevo uso de oficinas quedará emplazado en la mitad norte de la planta primera del edificio, en el ámbito que ahora ocupan los actuales locales P1-01 al P1-08, P1-11 al P1-20, P1-24 al P1-36 y las zonas comunes que los unen, según concreta el proyecto.
En su conjunto, esa zona destinada a acoger la implantación de empresas vinculadas con servicios administrativos, técnicos, financieros, de asesoramiento, gestión y similares sumará una superficie global de 8.732,78 metros cuadrados en planta primera. En esa misma planta coexistirán locales de uso comercial hasta alcanzar los 17.781,87 metros cuadrados (incluido el hipermercado y el gimnasio), que se completarán con otros 12.080,39 en planta segunda y 1.157,98 más en la entreplanta, asociados a los cines. Así, el complejo contará con un total de 36.197,46 metros cuadrados al contabilizar los espacios comerciales habilitados en planta sótano y planta baja junto a su aparcamiento de 1.874 plazas (básicamente, una estación de servicio, un taller de reparación y espacios vinculados al hipermercado).
Además, otra de las novedades que se pretende incorporar con el proyecto de reconversión del edificio es la creación de zonas de terrazas para instalación de mesas y sillas sobre el nivel de la planta segunda. Estas terrazas funcionarán como zonas comunes de uso de todos los locales de restauración a modo de Food Court, sin estar ligadas necesariamente a la actividad propia de alguno de los locales, según el proyecto. "Estas zonas, además del propio equipamiento de mesas y sillas, se tratarán con la diferenciación del pavimento y la instalación de elementos decorativos que ayuden a limitar el área", concreta la propuesta arquitectónica.
Por último, la intervención se completaría con la renovación de los equipos de climatización actuales que dan servicio a las zonas comunes del complejo, instaladas en la cubierta, y la actualización de la imagen comercial del edificio, lo que conllevaría la instalación de nueva iluminación y rótulos en las zonas de acceso de la fachada.
Con ello, se completaría la renovación física y de concepto del complejo, 23 años después de su apertura al público, con una reorientación que pretende dar cabida a la instalación de sedes de empresas e incluso de centros de formación, al margen de procurar la continuidad del hipermercado, el gimnasio y los cines. En ese paquete de funcionalidades, con el que se pretende replicar y concentrar en un único espacio todos los servicios que ofrece el centro urbano de una ciudad del siglo XXI, se incluirá también la instalación de una ludoteca y de una sala adaptada para familias, en un modelo que se pretende exportar a otros complejos propiedad de Carrefour en otros emplazamientos del país.