La asociación de vecinas y vecinos de San Miguel de Salinas ha expresado su firme rechazo a la nueva propuesta presentada por Acuamed para la instalación de la macroplanta solar que abastecerá de energía a la desaladora de Torrevieja. Según denuncian, la nueva configuración no difiere en lo sustancial de la planteada inicialmente, ya que mantiene la ocupación de 200 hectáreas de terreno agrícola fértil, aunque ahora repartidas en ocho “islas” distribuidas entre los términos municipales de San Miguel de Salinas, Almoradí y Orihuela.
La asociación critica que, si bien la nueva ubicación aleja la planta de los núcleos urbanos para reducir el rechazo vecinal, el impacto sobre la agricultura local sigue siendo “idéntico al de la propuesta original”. En concreto, el nuevo trazado contempla cuatro islas en Almoradí, tres en San Miguel de Salinas y una en Orihuela, todas ellas en terrenos agrícolas productivos.
“El campo no se toca”, recuerdan desde la entidad, que lideró las protestas contra la ubicación inicial de la macroinstalación solar. Su lema sigue vigente: “Renovables sí, pero no así”.
La asociación reprocha a Acuamed no haber considerado las alternativas sostenibles que plantearon tanto al Ministerio para la Transición Ecológica como a la empresa promotora. Entre las opciones propuestas figuraban el uso de espacios ya transformados como los márgenes de la autopista AP-7, el canal del trasvase Tajo-Segura o los tejados de los polígonos industriales. Incluso se sugirió la captación de energía en el futuro desdoblamiento de la carretera N-332 a su paso por Torrevieja.
Ninguna de estas propuestas ha sido, según denuncian, valorada ni descartada de forma justificada por parte de Acuamed. Por ello, la asociación insiste en su rechazo frontal al nuevo plan y reclama al Ministerio la búsqueda de alternativas verdaderamente sostenibles que no sacrifiquen terreno agrícola esencial para la economía local y la soberanía alimentaria.