ALICANTE. Siguiendo los pasos de Ursula Von der Leyen, el eurodiputado Esteban González Pons también se reunió en Bruselas el pasado miércoles con representantes de las dos asociaciones de víctimas por la DANA. El también portavoz del PP Europeo, y miembro de elite de la ejecutiva de Núñez Feijóo, vino a pedir disculpas “por si no se estuvo a la altura”. E hizo votos para que la Generalitat Valenciana los reciba y haga lo mismo: una pequeña mentirijilla puesto que el jefe del Consell Carlos Mazón ya se reunió el pasado 20 de marzo con un grupo de afectados de forma imprevista y un tanto arrebatada.
Es igual, se le perdona la mentirijilla al señor Pons; casi todos los analistas políticos han loado su actitud. El gesto tiene su truco, claro está: el eurodiputado le ha enviando señales de humo al presidente de la Generalitat para que haga las maletas cuanto antes. Es la clave política de las ganas que hay en Génova, sede del PP, para que Mazón se marche cuanto antes, máximo cuando se ha adelantado el congreso nacional del partido al próximo mes de julio para ejecutar un rearme ideológico/político frente a un hipotético avance de las elecciones generales. Más que rearme yo pienso que el PP debiera elaborar un decálogo de medidas que nos saquen del atolladero en cuestiones esenciales: liberar y facilitar suelo para VPO, revisar algún que otro convenio abusivo con Cataluña, bajo la presión cansina de Puigdemont (fiscalidad y gestión de la inmigración), aclararse bien con leyes políticas y reconstruir en síntesis una idea mínima de Estado solidario : no puede haber 17 sub-leyes trans, ni 17 sub-leyes del suelo, ni 17 sub-leyes de educación, ni 7 sub-leyes de Costas, ni otras tantas de memoria democrática....
G. Pons. El eurodiputado le ha proporcionado una bofetada moral a Mazón en el contexto de medias tintas, silencios nerviosos, fugas a la carrera tras acabar las sesiones en el Congreso para no ser pillados por las cámaras, e insinuaciones de todo tipo para no decir lo que Feijóo no dice a las claras: Mazón, al margen de valoraciones éticas, es un lastre en estos momentos para el conjunto del Partido Popular, no solo para el PPCV. Tal vez ambos ya hayan tenido una conversación privada a estos respectos; lo dudo. Por eso encomiendan a G. Pons a partirle la cara al jefe del Consell. Más pronto que tarde María José Catalá tendrá que tomar las riendas salvo que se opte por una interinidad transitoria como la del portavoz del PP en Les Corts Juan Francisco Pérez Llorca que también es alcalde de Finestrat. Y en medio de toda esta melé, Francisco Camps, el Gran Amigo de los grandes corruptos, empezando por El Bigotes, jugando a malmeter sin ser consciente de que su 'tempo' político ya pasó a mejor vida. Lo ha explicado muy bien en este periódico Amadeu Mezquida en su artículo Voces de ultratumba.

- La ex consellera de Justicia, Salomé Pradas, y el ex número 2 de Emergencias, Emilio Argüeso -
- Foto: KAI FÖRSTERLING/EFE
El sindicato (es un decir) Manos Limpias se ha personado como acusación popular en el proceso judicial por la DNA que está instruyendo la jueza de Catarroja Nuria Ruiz Tobarra con la pretensión de que se impute también a Aemet, a la Confederación del Júcar y manteniendo a los ya imputados, la exconsellera Salomé Pradas y el vice-conseller de Emergencias Emilio Argüeso. El abogado de este último es amigo de Manos Limpias aunque ha matizado rápidamente que no es socio sino que recurren a él para causas concretas. Dime con quien andas y te diré quién eres. Es decir, y en principio, el abogado de Argüeso va a ser a su vez su verdugo. Por ello la jueza ha advertido de posible choque de intereses: el también ex lider de Cs podría haberse pegado un tiro en el pie.

- Pedro Sánchez y José Luis Ábalos, en 2018 -
- Foto: MARTA FERNÁNDEZ / EP
Se debate en algunos medios y tertulias sobre la presunta ilegalidad de la filtración de las conversaciones de whatsapp entre Pedro Sánchez y su hasta hace poco fiel escudero José Luis Ábalos. El Gobierno ha deslizado incluso la posibilidad de denunciarlo ante los tribunales, cosa que no hará. Prima la libertad de expresión y difusión de asuntos políticos de relevancia sobre la supuesta intimidad de los citados en los mensajes. Cosa distinta es que Ábalos, o Sánchez, hubieran escrito “X tiene la pilila micro” o “a X su mujer le pone los cuernos”. O “fulana es tortillera”. Las conversaciones, 2020/2021 develan el profundo desprecio de Sánchez a los adversarios en su partido (Lambán, Page, Margarita Robles, “una pájara”) y los trajines que se llevaron con el rescate de Air Europa, compañía benefactora de Begoña Gómez.
Es información relevante que reposaba en un disco duro externo desde hace cuatro años. Y algunos periodistas, dale que dale, que la filtración es un pecado mortal: no sé si lo vieron así cuando Rajoy mandó por móvil la célebre frase de “Luis [Bárcenas] sé fuerte”. Además: ¿Contra quién se querellaría el PSOE, contra Ábalos, presunto filtrador, o contra El Mundo? Elijan, estimados lectores. La clave en cualquier caso, la ha dado estos días Podemos a través de su portavoz Pablo Fernández Santos: “¿Por qué cesó Sánchez a Ábalos tan repentinamente en 2021?