Si el espejo de Alicante y su provincia es Málaga, cojeamos en Cultura. Los empresarios y los políticos siempre se han vanagloriado de nuestra diversidad económica y dentro de ella, algunos siempre ha considerado al turismo de sol y playa como algo intocable -que puede llegar a ser- e indiscutible. En los años del boom económico, los sectores tradicionales se abandonaron por la multiplicación de los panes y los peces del ladrillo. Después lo lamentamos. Pero nadie, nunca, o muy pocas veces, se ha acordado de la Cultura como revulsivo, y de los beneficios que puede generar para un destino turístico, sea de playa, de fin de semana, o de interior.
Proyectos han existido. Sería temerario no reconocerlo, pero quizás no se ha tenido la proyección, la capacidad o la posibilidad de captar alguno de los iconos, que, por ejemplo, tiene Málaga, que tanto réditos le ha generado. El éxito de la capital de la Costa del Sol han sido tres: erigirse como polo de innovación tecnológico; cultural y de congresos. A ello habría que sumarle la conexión con el AVE y la proyección de su aeropuerto. La combinación de los tres le ha convertido en un destino turístico de primer nivel y en un centro de la nueva economía.
Si aplicamos estos tres ingredientes -tecnología, cultura y congresos-a las grandes ciudades de la provincia, comprobaremos que la Cultura es la gran asignatura pendiente. Sólo el Marq y la exposición temporal de la Dama en Elche pueden considerarse como hitos de una política cultural. Lo de los congresos lo hemos comentado en varias ocasiones: tanto Elche como Alicante disponen de edificios para ello, pero, por razones diferentes, nunca de las dos ciudades acaban de posicionarse en el top five de los congresos por falta de un recinto mayor. Elche lo tiene proyectado, a expensas de su ubicación; Alicante intenta de cerrar el círculo con el parche de Benalúa Sur, visto que con el ADDA no puede satisfacer toda la demanda.
En cuanto a nueva economía, sí que podemos decir que Alicante y sus universidades han dado un salto importante gracias, en parte, a la implantación del Distrito Digital. De momento, habrá creado unos mil empleos; el objetivo más inmediato es alcanzar los 3.000 con la llegada de nuevas empresas, pero todavía lejos de los 19.000 que ha creado Málaga con su parque tecnológico. Bien es verdad, que la apuesta por la nueva economía en Alicante es el Distrito Digital. Están los parques científicos de las dos universidades y muchas empresas que ya operaban antes y ahora en otros puntos. El gran handicap es la dispersión y la falta de conectividad entre los diferentes hubs tecnológicos, como también hemos apuntados en otros artículos.
Disponemos de dos grandes flujos de transportes, con el AVE y un aeropuerto internacional, pero también perdimos esa batalla. Primero, porque el AVE llegó primero a Málaga, en 2017, y, segundo, porque el aeropuerto de la Costa del Sol roza los 20 millones de pasajeros frente a los 15 de El Altet. Pero bueno, lo importante es que los tenemos, funcionan bien y que contribuyen, y mucho, a la dinamización de la economía, pese a su desconexión entre ellos.