FINESTRAT. El Ayuntamiento de Finestrat ha bloqueado el intento de construir dos campings en la partida del Realet. Los promotores habían tramitado la solicitud de una Declaración de Interés Comunitario (DIC) para obtener el permiso de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio. Sin embargo, no han encontrado el visto bueno municipal, necesario también para seguir adelante con los proyectos, frenando así el fervor que está experimentando la comarca en los últimos años con la conversión de terrenos no urbanizables a actividad turística.
Como ya explicara Plaza, a finales de 2024 Conselleria sacó a información pública el proyecto del primero, que preveía la instalación de unas 40 cabañas en unos antiguos terrenos de cultivo. Semanas después entraba a trámite otro campamento de turismo ubicado al otro lado de la carretera, esta vez de tres bungalows pero con la intención de ampliarse en el futuro. El promotor del primero era Costa Experiences, de La Nucía, mientras que del segundo respondía a la empresa Sindbad Explorador, de San Javier (Región de Murcia).
En un acto público, el alcalde, Juanfran Pérez Llorca, se pronunció sobre uno de estos dos proyectos después ser preguntado por un vecino de la zona que mostró su preocupación por su puesta en marcha. En este momento, el primer edil dijo que la contestación era "fácil": había sido rechazado por el Ayuntamiento. Pero no solo eso, sino que fuentes municipales señalaron después a este diario que se han denegado los permisos para ambos campings. Así, explican que la postura del Consistorio responde a la posibilidad de que esto pueda suponer un "fuerte impacto" en la zona donde estaban proyectados.
En los últimos años la Marina Baixa se ha convertido en un foco de atracción para proyectos de campamento de turismo, tanto para bungalows como para zonas de acampada y mobile homes, muchos de ellos enfocados en materiales sostenibles y con un proyecto de devolver el terreno a su estado anterior. Algunos de ellos se han terminado materializando, y otros han servido como una forma de revalorizar los terrenos para los propietarios de unos suelos que en su día sirvieron para la actividad agrícola.
En el caso de los proyectos de Finestrat, ambos requerían de la DIC, una herramienta dependiente de la Generalitat Valenciana que permite dar luz verde a este tipo de proyectos que se asientan en suelo no urbanizable compatible con esta actividad. El primero de ellos, está clasificado de acuerdo con las Normas Subsidiarias municipales como Suelo no Urbanizable Común Forestal (Clave ZRC-FO) y contemplaba un canon de 12.925,7 euros anuales durante los 30 años por los que pedían el permiso. Mientras que el de Sindbad requerían 3.487,5 euros anuales por el mismo periodo que el anterior.