ELCHE. El equipo de gobierno ya ha iniciado el trámite para la reforma del Museo de Arqueología e Historia de Elche, el Mahe. Una actuación que está valorada en algo más de 944.000 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de cuatro meses, y que como ha venido dando cuenta este medio, supone la remodelación de las salas X, XI y XII del museo, que pasarán a ser salas de exposición temporal. Sin embargo, esta es la primera de cinco fases, puesto que la actuación que ha propuesto el director de Museos, Miguel Pérez —ahora en excedencia, sustituido por Belén Carrillo—, asciende a 2,4 millones de euros y tiene un carácter más amplio que el de estas tres salas.
A este respecto, esta primera fase consiste en hacer que estas tres salas reúnan las condiciones necesarias para poder albergar piezas arqueológicas de manera temporal. Y como se ha incidido en el equipo de gobierno, "para albergar grandes colecciones". Es por ello que se sustituye el sistema de climatización e iluminación actual, para mejorar las condiciones de la envolvente, aprovechando para mejorar las condiciones de los revestimientos interiores. Además, otra de las actuaciones a realizar es la sustitución del actual ascensor de 450 kilos de carga por un montacargas capaz de albergar piezas de hasta 2.000 kilos, "condición indispensable para el desarrollo funcional de las salas temporales", explica el informe realizado por el estudio ARN Arquitectos, con experiencia en el ámbito de patrimonio cultural como la restauración del Castillo de Guardamar o el reciente proyecto para poner en valor el Castellar de la Morera.
De esta forma se mejorarán los accesos desde el espacio urbano para la carga y descarga de las piezas arqueológicas, con un ascensor con capacidad de mayor carga, de entre 1.600 y 2.500 kilos, "con mayores dimensiones de cabina, a fin de dar respuesta a las nuevas necesidades asociadas al uso de exposiciones temporales de las salas remodeladas". Además, se adecua la planta baja de la Torre del Duque, donde está la entrada y salida al Palacio de Altamira, mientras que la primera planta coincide con una de las futuras nuevas salas de exposiciones temporales (XII) y la segunda se encargará de albergar la maquinaria de aporte de aire exterior del nuevo sistema de ventilación para cada una de las nuevas exposiciones que acoja cada sala. De forma que no esté visible.