MARINA BAIXA. No ha habido un otoño más seco en la Marina Baixa en los últimos 75 años que el de 2023. Y la comarca se prepara para tomar medidas extraordinarias con la compra de agua si no llega a llover lo suficiente en la primavera. En total, han registrado 4,2 litros por metro cuadrado en los que están considerados los meses de mayor probabilidad de lluvias. "Prácticamente, cero precipitaciones", recoge el informe elaborado por el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa.
El viernes esta entidad aprobaba el Plan de Emergencia en situación de sequía en la Marina Baixa, con el voto a favor de todos los miembros salvo uno. El mismo contempla tres escenarios diferentes. El primero pasa por una ausencia total de lluvias durante la primavera, lo que conllevaría que a finales del mes de junio la comarca entraría en situación de emergencia y serían necesarios aportes externos cifrados entre 3 y 5 hectómetros cúbicos. Este sería el escenario más pesimista. El segundo pasaría por recibir las lluvias habituales en esta estación, con lo que los aportes externos serían también los habituales. El último escenario previsto plantea la llegada de precipitaciones en primavera, pero no de forma suficiente. De ser así, los aportes externos previstos para el verano se situarían entre uno y tres hectómetros cúbicos.
El 19 de diciembre se declaró la prealerta por sequía. Hay que recordar que a mediados de diciembre se adoptaron medidas de restricción de riegos con aguas blancas por parte de los usuarios, tal y como adelantó Alicante Plaza. Así, el informe precisa que se dan descensos constantes de los embalses en torno a 20.000 metros cúbicos al día. En cuanto a los acuíferos, siguen demandando caudal, a un ritmo menor en el Algar, "dentro de la normalidad en las fechas actuales".
De acuerdo con el Plan de Emergencias del Consorcio, se deben tomar medidas y crear la Oficina Técnica del Seguimiento de Sequía, que estará formada por técnicos del Consorcio de Aguas junto con un representante técnico de cada uno de los Ayuntamientos que constituyen la Junta Permanente del Consorcio.
Incremento del consumo
Cuestión aparte es el consumo de agua en la comarca. Tal y como apunta el ingeniero del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Jaime Berenguer, la población en esta zona ha crecido un 46% desde el 2000, a lo que se añade el desarrollo turístico, con hoteles y apartamentos. Sin embargo, la demanda de abastecimiento se ha mantenido estable e incluso ha bajado mínimamente. Una situación que se consigue, asegura, por las inversiones realizadas en la mejora del sistema de abastecimiento.
Sin embargo, desde el 2019 cambian las tornas y empieza a crecer el consumo a un ritmo de algo más del 2% al año, en torno al medio hectómetro cúbico de caudal. Por lo que apuestan por seguir invirtiendo en infraestructuras que permitan incrementar la respuesta, ya que se prevé que sigan creciendo los usuarios. Hay que tener en cuenta que hay en trámite planes urbanísticos importantes que se estima su desarrollo en los próximos años, como es Ensanche Levante en Benidorm con numerosas viviendas y alojamientos turísticos incluidos.
Inversiones
Por ello, se pretende poner en marcha la planta desalinizadora de Benidorm para los años 2026-27. Así, recuerdan que en su momento había una planificada en el PEDUI de Terra Mítica, para la que el Ayuntamiento de Benidorm ha solicitado la cesión de las instalaciones sin terminar. De este modo, están estudiando la situación en la que se encuentra lo ejecutado. Esta primera línea de la desalinizadora, de las dos previstas, permitiría la producción de unos 3 Hm cúbicos, que se complementarían con otros dos más adquiridos de las instalaciones de Mutxamel que ya hay en marcha y a la que están ya conectados. En total, unos 5 Hm3 que ven necesarios para 2030. Tras esto, se plantearía una segunda línea en la planta de Benidorm para los cinco años siguientes con el fin de alcanzar los 6 Hm3 propios.