ALICANTE. La provincia de Alicante ofrece un mosaico de paisajes que se descubren a ritmo tranquilo, sin prisas, disfrutando del camino. Este recorrido reúne rutas costeras que forman parte del patrimonio natural, auténticos paseos por la historia, ascensos de montaña con panorámicas inabarcables e incluso la gran referencia del senderismo en la Comunitat Valenciana: el Barranc de l’Infern, conocido como la Catedral del Senderismo.

Ocho propuestas distintas que amplían el mapa de senderos alicantinos, con opciones para quienes buscan un paseo accesible, una jornada cultural al aire libre o un desafío de mayor exigencia.

Ruta al Penyal d’Ifac (Calp)

El peñón de Calp es uno de los símbolos más reconocibles de la Costa Blanca. Su ascenso, aunque relativamente corto, exige un esfuerzo físico que se ve recompensado con las espectaculares panorámicas desde la cumbre. El primer tramo, hasta el túnel, es sencillo y apto para la mayoría.

A partir de ahí el terreno se vuelve más exigente, con pasos de roca y cierto desnivel. El esfuerzo merece la pena: en días claros, la vista alcanza desde la Serra Gelada hasta el Montgó, ofreciendo una perspectiva única de la Marina Alta y la Marina Baixa.

Itinerario al Faro de l’Albir (Serra Gelada)

Este trazado es una de las rutas más accesibles y familiares de la provincia. El camino asfaltado y prácticamente llano conduce desde el aparcamiento hasta el faro, situado en un extremo de la Serra Gelada. Durante el trayecto aparecen varios miradores naturales que permiten asomarse a los acantilados.

Es un paseo de poco más de cinco kilómetros, ideal para disfrutar en cualquier época del año. El atractivo no solo está en la meta, sino también en los puntos intermedios, que muestran la riqueza del parque natural y sus vistas abiertas al Mediterráneo.

Ruta del Castell de Guadalest y su embalse

Guadalest es uno de los pueblos más visitados de Alicante, pero su entorno ofrece también la posibilidad de disfrutar de una agradable ruta de senderismo. El recorrido alrededor del embalse es sencillo y permite contemplar la montaña reflejada en las aguas turquesas.

Se trata de un itinerario circular de unos diez kilómetros, sin grandes desniveles. Combina naturaleza y patrimonio, ya que al finalizar la caminata siempre queda la opción de recorrer las calles empedradas del casco histórico de Guadalest.

Sendero de las Cuevas de Canelobre (Busot, Cabeçó d’Or)

La sierra del Cabeçó d’Or es un referente para los amantes de la montaña, y una de sus rutas más conocidas parte desde el entorno de las Cuevas de Canelobre. El sendero se adentra en un paisaje de calizas y pinares, con vistas constantes hacia el Mediterráneo.

Además de la caminata, el atractivo añadido es la visita al interior de las cuevas, consideradas una de las joyas subterráneas de la provincia. Una opción perfecta para combinar deporte, naturaleza y turismo cultural en una misma jornada.

Excursión a Els Arcs de Castell de Castells

En la Vall de Pop se encuentra este rincón sorprendente: unas formaciones rocosas en forma de arcos naturales que se han convertido en parada obligada para los aficionados a la fotografía. El sendero hasta Els Arcs es relativamente corto y apto para la mayoría de senderistas.

La recompensa está en la singularidad del paisaje, donde la erosión ha esculpido caprichosamente la roca. Es una excursión tranquila, poco masificada, que invita a detenerse y contemplar con calma un entorno que parece sacado de otro lugar.

Ascenso a la Cumbre de la Vella (Sierra de Crevillent)

La Sierra de Crevillent ofrece rutas de media montaña con un marcado carácter mediterráneo. La subida a la Cumbre de la Vella es una de las más populares, con un recorrido que combina sendas entre matorral y zonas rocosas.

El esfuerzo se ve recompensado con las vistas sobre la Vega Baja y la línea de costa. Es un itinerario de unos once kilómetros, con un desnivel moderado, que permite descubrir un paisaje muy distinto al de otras sierras más húmedas del norte de la provincia.

Ascenso al Alto del Águila (Sierra de Callosa de Segura)

La Sierra de Callosa de Segura se alza de manera abrupta sobre la llanura de la Vega Baja, formando un macizo rocoso de gran valor paisajístico. A pesar de sus dimensiones reducidas, ofrece rutas exigentes que requieren buena forma física y cierta experiencia en montaña. El ascenso al Alto del Águila es uno de los más destacados, con un desnivel considerable concentrado en pocos kilómetros.

Durante la subida aparecen tramos de roca y pasos equipados con cable que exigen precaución, pero la recompensa está en lo alto: un mirador natural que se abre hacia la Vega Baja como un mosaico de huertas hasta el Mediterráneo. Una excursión breve en distancia, intensa en esfuerzo, que demuestra el carácter montañero de esta pequeña pero imponente sierra.

Ruta del Barranc de l’Infern (Vall de Laguar)

Conocida como la 'catedral del senderismo' en Alicante, esta ruta es todo un clásico para los más experimentados. El itinerario circular de 14 kilómetros recorre un paisaje abrupto de barrancos, escalones de piedra y sendas centenarias. El recorrido es conocido también por sus más de 6.000 escalones, una sucesión de peldaños de piedra que convierten la caminata en un auténtico reto físico

Es una caminata exigente, que requiere buena forma física y preparación, pero también una de las más espectaculares de la provincia. Los contrastes de luz y sombra, las paredes verticales y el entorno natural convierten al Barranc de l’Infern en una experiencia inolvidable.

Una provincia con infinitos caminos por descubrir

En Alicante es posible disfrutar de prácticamente una infinidad de rutas: desde paseos familiares junto al mar hasta ascensiones exigentes en las montañas del interior, el conjunto refleja la diversidad y la riqueza natural de la provincia.

El senderismo se ha consolidado como una forma de conocer Alicante, más allá de sus playas. Cada ruta es una invitación a caminar, descubrir y valorar el territorio. La serie concluye por ahora, aunque los caminos de la provincia siguen siendo prácticamente inagotables.