ELDA. La firma Finetwork, la operadora de telecomunicaciones con sede en Elda, vive semanas decisivas en su historia empresarial. Fundada en 2015 en Villena y afincada desde 2021 en el polígono industrial Finca Lacy, la compañía representa uno de los principales proyectos tecnológicos surgidos en la provincia de Alicante en la última década. A lo largo de estos años, ha alcanzado el millón de clientes, consolidado una red comercial con más de 3.800 puntos de venta y tiendas proias, ocho de ellas, en la propia provincia, la que más establecimientos tiene y creado una plantilla que, en 2023, ascendía a 338 trabajadores, la mayoría en Alicante, Elda y Madrid.

Sin embargo, el presente es muy distinto al impulso con el que cerró el ejercicio 2023, cuando la compañía reportó un beneficio neto de 2,7 millones de euros y un crecimiento del 8,45% en su facturación. Tras 2024, pese a una serie de movimientos estratégicos para reforzar su posición como la venta de activos inmobiliarios, la firma de nuevos acuerdos mayoristas o la obtención de financiación por 10 millones con Kai Capital, en 2025 Finetwork acabó solicitando el preconcurso de acreedores, en un proceso actualmente en manos del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante.

La incertidumbre sobre el futuro de la firma se ha incrementado desde entonces. En los últimos días, el escenario ha girado hacia dos vías principales: por un lado, la posibilidad de que Vodafone España, su principal proveedor de red, acabe absorbiendo la empresa a través de una operación de capitalización de deuda; por otro, una venta pactada con el fondo madrileño Asterion Industrial Partners, que ya ha mostrado interés y con quien existe un principio de acuerdo.

El primero de estos caminos es el que mayor inquietud ha generado en el entorno empresarial y laboral de la provincia de Alicante. Vodafone España reclama una deuda que, según fuentes del sector, podría superar los 60 millones de euros, es decir, más de la mitad del pasivo total de Finetwork. Esta situación permite al operador rojo, propiedad de Zegona, solicitar la capitalización de la deuda a cambio de participación en la compañía.

Este julio, el juzgado admitió a trámite la solicitud de plan de reestructuración presentada por Wewi Mobile, matriz de Finetwork. Este proceso deja en manos judiciales la decisión sobre la viabilidad del plan propuesto y abre la puerta a una posible sentencia en septiembre que, de ser favorable a Vodafone, permitiría al operador asumir más del 95% del capital de Finetwork con una aportación directa de apenas 10 millones de euros. El resto del pasivo se reestructuraría a través de pagos a diez años.

En ese escenario, Vodafone pasaría a controlar una compañía con una previsión de facturación de 153,5 millones de euros en 2024 y un ebitda de 17,7 millones, aunque con pérdidas estimadas de 4,7 millones. Además, incorporaría un millón de clientes y una red de puntos de venta amplia, repartida por todo el país. Esta operación judicializada supondría un cambio radical en la naturaleza de Finetwork, con implicaciones aún por concretar para su estructura operativa y localización.

La alternativa a esta posible absorción la representa Asterion Industrial Partners, fondo madrileño especializado en inversiones en infraestructuras. Según diversas fuentes, Asterion ha alcanzado un principio de acuerdo para adquirir el 100% de Finetwork por una cifra que superaría los 310 millones de euros, incluyendo la asunción de unos 100 millones de deuda. Aunque en un inicio la oferta fue simbólica, por un euro y el compromiso de asumir el pasivo, en las últimas semanas se habría renegociado el alcance económico de la operación.

Asterion, que ya ha mostrado su interés firme, contempla esta inversión como una vía para entrar en el negocio minorista de telecomunicaciones. La firma ha presentado su oferta en paralelo a los litigios judiciales y procedimientos regulatorios que afectan a Finetwork, incluida una resolución de la CNMC contraria a la empresa alicantina y un arbitraje aún pendiente con Vodafone.

Fuentes conocedoras del proceso explican que el cierre de la operación con Asterion permitiría evitar una venta judicial, desbloquear el proceso concursal y mantener la integridad de la empresa. Sin embargo, la eventual entrada del fondo también implicaría un cambio en la gestión y, posiblemente, en la vinculación territorial de la empresa con la provincia de Alicante.

El arraigo con la provincia de Alicante

Desde su nacimiento en Villena y su instalación en Elda, Finetwork había apostado por el arraigo local. En sus oficinas de Finca Lacy trabajaban más de 150 personas distribuidas en áreas como atención al cliente, administración, sistemas, recursos humanos y business intelligence. Solo marketing y ventas se encontraban parcialmente ubicados en Madrid y otros puntos clave. La compañía también había previsto, en su memoria anual de 2023, ampliar su red de ventas y reforzar su transformación digital durante 2024.

El cambio de etapa, sin embargo, ha sido evidente desde comienzos de este año. La salida de figuras clave como Alfredo Pérez, de Kai Capital, o la de su anterior CEO, Óscar Vilda, ha dejado paso a un comité de transición y a una estrategia de consolidación y eficiencia. Entre los objetivos para 2025 ya no figuraba la expansión comercial, sino la mejora de procesos internos, la calidad del servicio y la atención al cliente.

A pesar de las medidas tomadas durante 2024 -incluyendo acuerdos con partners para atención al cliente y canal de televenta hasta 2029-, la situación financiera y judicial ha conducido a la compañía a una encrucijada que definirá su futuro inmediato.

La resolución, ya sea por absorción de Vodafone mediante capitalización judicial o por compra directa de Asterion, marcará el rumbo de Finetwork en los próximos años. En ambos casos, se prevé una transformación profunda del modelo empresarial, que podría suponer la pérdida del sello territorial que la distinguía como proyecto surgido y consolidado en la provincia de Alicante.

El resultado del proceso de reestructuración y las decisiones judiciales y societarias de las próximas semanas determinarán si Finetwork mantiene alguna parte de su estructura operativa en Elda o si, por el contrario, inicia una nueva etapa con dirección y gestión completamente desvinculadas del territorio alicantino. Hasta entonces, la incertidumbre se mantiene entre los trabajadores, las instituciones locales y el tejido económico de la provincia.