ELCHE. Uno de los puntos del pleno de este lunes era la solicitud por parte del PSOE de que compareciese el alcalde Pablo Ruz con objeto de dar explicación a su postura respecto a la acogida de menores no acompañados en el municipio. Defendía la misma el edil Mariano Valera, planteando que la acogida se haga de "de forma coordinada y no con ocurrencias al micro", apelando a las declaraciones del alcalde en medios nacionales: “No son almas desvalidas”, “eso no son menores, son tíos” o “llévelos usted a su casa”, recordaba el concejal. Por su parte, Ruz mantenía la oposición, también de Vox, apelando a una migración "regular, ordenada y democrática", mencionando también el preámbulo de una ley del PSOE planteada la semana pasada en el Congreso y que fue rechazada (y votada en contra por el PP nacional).

El regidor seguía mencionando este texto, diciendo que la "inmigración es necesaria, regulada y para evitar porblemas sociales". Apostillaba también que ni Elche tiene infraestructuras ni este gobierno voluntad de hacerlo. También argumentaba el regidor que todos son "bienvenidos con un contrato de trabajo", señalando que están en el campo, en hogares y otras explotaciones "ayudándonos a avanzar. Sumando".

La concejal de Compromís Esther Díez le pedía al alcalde que no fuera "de moderado" tras colocar a Elche "en el mapa del odio y deshumanizar a menores". Díez destacaba que son menores que se han jugado la vida en el Mediterráneo y que hay recursos. "Da igual que tengan 10 o 17 años". Dudaba de que el Ayuntamiento no tenga infraestrsucturas —con un presupuesto de más de 200 millones de euros— y planteaba que a la Comunitat le tocarían 571 migrantes del famoso decreto de reparto de migrantes de Canarias. "De una comunidad con más de 5 millones de habitantes, eso supone el 0,01% de la población, ¿qué le pueden tocar a Elche, 20?". Por último, denunciaba que solo a Elche han llegado desde 2022 más de 500 refugiados de Ucrania "que también huyen de la guerra, solo les diferencia el color de piel".

En el lado de Vox, Samuel Ruiz volvía con otros discursos ya conocidos en pasados plenos, en un ámbito en el que presiona al PP, aunque ya han votado juntos cuestiones similares. "Lo que viene no son menores, son varones en edad militar. Que les hagan pruebas para saber si nos están engañando". Y además de apuntar a que "rozan la mayoría de edad", le daba la "bienvenida" al PP por defender los postulados de Vox. Además, animando a eliminar las ayudas a los colectivos que pretendan prestar servicios a estos migrantes, los mismos que ya se han manifestado, algunos de ellos, contra la posición del bipartito. Siguiendo con las mismas, preguntaba el concejal socialista si entonces también "hay que meter en su casa" a colectivos vulnerables que necesitan ayudas.

Así, otro asunto que ha hecho saltar las chispas por ambas partes, con Valera recordando al alcalde, ambos católicos, que su posición dista bastante de la misericordia por el rechazo a migrantes o refugiados. "Proclama a Cristo Rey en la Plaça de Baix y guarda el evangelio en el cajón. Se ha deshumanizado". Y apelaba la carta de la plataforma de refugiados a la Reina Sofía para que mediara con el alcalde para esta acogida, a la que la Casa Real habría recogido el guante. También Esther Díez recordaba una carta del nuevo director de Cáritas Elche llamando a hacer un esfuerzo para la integración y acogida de estos menores.

Ruz, también molesto, cargaba contra el "dedo acusador" de la oposición y de Valera, a quien recordó que la Biblia también carga "contra los fariseos". Con todo, el regidor insistía en la idea. "El debate no es ese, sino quién es el mena, ¿viene a trabajar?", aludiendo a los recursos que consume o que en Catalunya y Euskadi no hay el mismo cupo. No sin antes asegurar que si el mena "fuera un niño, lo acogería en mi casa y no a uno, sino a una familia entera".