ELCHE. Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (Ahsa) ha presentado alegaciones contra la solicitud de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana (FCCV) para modificar los Planes Técnicos de Ordenación Cinegética (PTOCs) de ocho cotos situados en los parques naturales de El Hondo y las Salinas de Santa Pola, con el fin de volver a autorizar la caza nocturna de aves acuáticas durante 45 minutos después de la puesta de sol.
El colectivo ecologista considera que el estudio técnico que acompaña la petición “carece de cualquier validez” al presentar errores graves en la metodología y en los resultados obtenidos. AHSA subraya que el planteamiento del trabajo de campo está “muy alejado de las condiciones reales de la caza”, ya que los cazadores de esta modalidad no utilizan prismáticos para identificar las piezas y suelen disponer de apenas unos segundos para disparar en condiciones de escasa luz.
La asociación también ha detectado fallos en la identificación de especies, como confundir la grajilla occidental, habitual en los humedales del sur de Alicante, con la graja, cuya población en la península se limita a una pequeña zona agrícola en León. Además, califica de “muy poco creíbles” medidas planteadas en el documento, como suspender la caza en noches de niebla, organizar cursos de formación para cazadores o implantar sistemas de autocontrol, mientras a la vez se propone eliminar regulaciones de los PTOCs.
AHSA asegura que este intento “pretende dar legitimidad a un burdo y chapucero intento de continuar con una modalidad de caza que ha causado un grave daño a una especie que se encuentra virtualmente extinguida, la cerceta pardilla”. Según el colectivo, la población de esta especie en el sur de Alicante solo se mantiene gracias a liberaciones periódicas de ejemplares criados en cautividad.
Por último, el grupo ecologista recuerda que la caza de aves acuáticas se desarrolla en ecosistemas altamente amenazados y protegidos por la normativa valenciana, estatal y europea. En este sentido, insisten en que la Generalitat Valenciana “tiene la responsabilidad y el deber de proteger el patrimonio natural frente al interés económico de particulares”.
Consideran que es "más que evidente" que este documento pretende dar legitimidad a "un burdo y chapucero intento de continuar con una modalidad de caza que ha causado un grave daño a una especie que se encuentra virtualmente extinguida, la cerceta pardilla, cuya población sudalicantina se mantiene a duras penas con las periódicas liberaciones de aves criadas en cautividad"; y advierten de que la caza de aves acuáticas en el sur de Alicante es una actividad económica que se realiza en ecosistemas altamente amenazados, parajes protegidos por la legislación tanto valenciana, como estatal y europea y que la Generalitat Valenciana tiene la responsabilidad "y el deber de proteger el patrimonio natural frente al interés económico de particulares".