ELCHE. El Convento de la Merced de Elche, coloquialmente conocido como 'Clarisas', ya tiene propuesta de adjudicataria que se aprobará este viernes en la Junta de Gobierno. Se trata de una alianza temporal, una UTE, compuesta por Carlos Campos Arquitectura (quien se ha encargado del diseño y futura dirección de obras de Jayton) y el despacho ilicitano Castaño Arquitectos. Presentarán el proyecto básico, es decir, el diseño, y el de ejecución, por un montante de 264.464,99 euros. Su propuesta potenciará los Baños Árabes, la iglesia gótica y el patio barroco. En las dependencias del convento se desplegará la cafetería y biblioteca alrededor del patio; con espacio expositivo en planta primera; y restauración y oficinas en piso 2.

Este jueves el edil de Servicios Públicos, Claudio Guilabert, ha informado de que eran finalmente cinco las compañías en liza. Ya se ha hecho la clasificación de ofertas y se propone a la mencionada UTE como la principal clasificada, que a pesar de una bajada de casi la mitad sobre el proyecto base (405.000 euros), al ponderar también las cuestiones técnicas de forma importante, y no solo el precio, como es habitual en los concursos, ese precio no se considera baja temeraria —que suelen implicar cifras que pueden comprometer la viabilidad de la ejecución por no ser suficiente—.

Superado este paso, sendos despachos tienen ahora un mes y medio para presentar el básico, es decir, el diseño, y después dos meses y medio para presentar el proyecto de ejecución, del que también se encargarán en el futuro de dirigir las obras. Una iniciativa que el Ayuntamiento tasa en entre 7 y 8 millones de euros, dependiendo de si se incluyen o no posibles mejores en el proyecto de ejecución. Como estaba previsto, la obra se contempla en un plazo de año y medio, y supone una reforma integral que planteará la habilitación de museo, biblioteca o cafetería. El objetivo es que la rehabilitación pueda empezar en 2026.

La propuesta de intervención

Así, lo que plantean los despachos valenciano e ilicitano es que la columna vertebral de la intervención sea potenciar los baños árabes; el templo gótico y el patio barroco, pero sin olvidar otros elementos de valor tipológico. Se organiza como un espacio continuo expositivo en la planta primera y usos más colectivos en planta baja, disponiendo 3 núcleos de comunicación vertical junto las medieras. La principal propuesta consiste en un espacio que protege las bóvedas de los baños utilizando el mismo recurso de la iluminación filtrada y permite su comprensión.

A los Baños se accederá por un lateral desde claustro, y se ampliará el patio sobre los Baños, cubriendo el patio con una cubierta que filtra y focaliza la luz natural. En cuanto a la Iglesia, se recupera el presbiterio, contará con una cubierta con una estructura ligera que permite el paso de luz al interior y otra inferior que sugiere la dimensión y geometría de las bóvedas. Y respecto al claustro, se restauran las fachadas, bóvedas y pavimentos, suprimiendo la apertura del vano de ascensor.

Asimismo, en las dependencias del convento se desplegará la cafetería y biblioteca alrededor del patio; con espacio expositivo en planta primera; y restauración y oficinas en piso 2. Respecto a otras cuestiones, se redistribuirán los parterres del patio, y sobre la cubierta, se construirá un espacio pergolado alrededor del claustro que la convierte en paseo y terraza. No obstante, eso sí, el informe técnico advierte que falta de armonización del espacio expositivo recayente al jardín con el resto del edificio.

Financiación del proyecto

En cuanto a la financiación, Guilabert insiste en que "hay un compromiso de la Generalitat, nosotros nos encargamos del diseño y los proyectos y ellos financian la ejecución". En ese sentido, el equipo de gobierno no contempla que el Consell no cumpla y no habla de otras alternativas si finalmente la administración autonómica. Por ahora, este año se presupuestó una cantidad testimonial de 200.000 euros metiendo en el mismo saco actuaciones en el convento y en Santa María.